La Empresa Mixta de Tráfico cerró sus registros a 31 de diciembre de 2015 contabilizando 5.118 tarjetas de residentes para la zona azul de la ciudad: 4.845 son tarjetas permanentes y 273 son tarjetas temporales. Las cifras no difieren en exceso de las computadas en años anteriores pero evidencian el conflicto que denuncian muchos conductores de la ciudad cuando se ponen en relación con el número de plazas reguladas en el servicio ORA (Operación Reguladora de Aparcamiento).

Y es que, dice la estadística de la entidad, en la actualidad hay 4.980 plazas reguladas a las que hay que descontar un 3% que se corresponden con plazas que se pierden diariamente por distintas prohibiciones que tienen que ver, por ejemplo, con obras en vías públicas o reservas de espacio para actuaciones de todo tipo. La situación va a más con el paso del tiempo. El mismo estudio hace mención al "numero importante de plazas que se están perdiendo continuamente por las actuaciones urbanísticas en la zona regulada".

En concreto, se habla en el informe de la incidencia de la ubicación de un carril bici en la avenida de Magnus Blikstad o el ensanche de aceras en Ezcurdia. Son sólo dos ejemplos. Los vecinos de la zona centro que se movilizaron en su día contra los planes de peatonalización en el casco urbano -en el área que va desde la plaza del Instituto (Parchís) a la plaza Mayor- también hicieron hincapié en la importancia de la pérdida de espacio que sufrían los residentes para aparcar en zona azul con respecto al número de residentes con tarjeta.

El número de plazas dentro de la zona azul han sufrido un descenso más que significativo en las últimas dos décadas. En 1996, cuando se constituyó la Empresa Mixta de Tráfico como herramienta para gestionar este servicio ante los ciudadanos había 7.250 plazas reguladas. Diez años después eran 5.137. Ahora son 4.980.

En donde más se nota estos días esa merma de espacio es en el barrio de La Arena. Concretamente en la zona 10 de la ORA. El corte al tráfico de las calles Ezcurdia y Aguado por obras y la reserva de casi una decena de plazas para el soterramiento de contenedores u otras actividades de índole privado, como las mudanzas, ha indignado a los vecinos, que ven mermados los lugares en los que pueden dejar sus vehículos apenas unos días después de que la Empresa Mixta de Tráfico cobrara los 45 euros que se exigen para la renovación de la tarjeta anual de residente. La reducción de zona azul se produce, además, a las puertas del verano, una temporada en la que el barrio de La Arena es frecuentado por decenas de turistas que visitan la playa de San Lorenzo.