"Una contrarreloj". Con este símil describe su situación la plantilla de Gijón Fabril, sin noticias de si cuaja o no el interés de algunas empresas por hacerse con la factoría, única vía que podría dar solución a los puestos toda vez que el juez que guía el proceso concursal ha puesto como tope el 31 de mayo para los despidos de los 48 trabajadores. Esta semana recibieron la última visita de un posible inversor, pero poco más saben. "Novedad ninguna, simplemente visitaron la fábrica. Estamos esperando a ver si tenemos alguna respuesta porque no tenemos nada. Simplemente hay visitas, pero nada más. No sabemos si están interesados realmente o no, si va para adelante o no. Tampoco queremos hacernos ilusiones ni nada, visto que algunos aparecieron y desaparecieron", afirma uno de los delegados sindicales de la plantilla. Ni siquiera conocen la identidad de este último inversor interesado, y se especuló hasta con su procedencia, con dudas de si es de Granada o Guadalajara. Dada la situación, la plantilla está convocada hoy a una asamblea a las 13.00 horas. "A ver si preparamos alguna movilización para que no se olviden de nosotros", recalcan los representantes de la plantilla. La "contrarreloj" con fecha límite en el 31 de mayo podría acortarse aún más si sigue sin llegar carga de trabajo que aporte liquidez. Para ello dependían de lo prometido por Verallia, cliente de Gijón Fabril. "Verallia se ríe de nosotros, porque el pedido que hicieron fue irrisorio", afirman los trabajadores que esperan que "no lleguen los despidos antes del 31, pero el tiempo va acercándose y sigue sin entrar trabajo".