El Pleno del Ayuntamiento de Gijón dio ayer el primer paso para tratar de resarcir a los vecinos que han visto mermadas sus pensiones o privados de otras ayudas públicas por el aumento en su patrimonio derivado de las subvenciones municipales para la rehabilitación de manzanas de viviendas degradadas, un paso que también servirá para tomar medidas que eviten que en el futuro se vuelvan a dar estas situaciones, corrigiendo las bases de las convocatorias para esas subvenciones y negociando con otras administraciones la repercusión de las mismas para sus beneficiarios.

Los seis grupos municipales aprobaron ayer una resolución en ese sentido, tras escuchar la intervención de la vecina de Portuarios Emilia Marrón Benito, quien hizo de portavoz de los propietarios de Inuesa, de Contrueces, de la calle Francisco Eiriz en Jove, de Monteana, de Roces y Portuarios. Emilia Marrón señaló que "no queremos que nos arreglen el barrio a cuenta de que nos quiten nuestro sustento, porque no queremos un barrio guapo a cambio de que nuestros ingresos se reduzcan y perdamos las prestaciones sociales que suponen nuestro sustento de vida" y puso ejemplos concretos de afectados, sin desvelar sus nombres, alguno de los cuales la acompañaban ayer. Entre ellos una chica a la que "el Ayuntamiento le ha denegado la beca de comedor para sus hijos, porque el cobro de la subvención hizo que ella ya no cumpliese los requisitos necesarios para solicitarla"; recortes de complementos de pensión mínima a viudas y jubilados o la pérdida del subsidio del paro a un desempleado de 59 años fueron otros de los ejemplos que puso la portavoz de los afectados, instando a los políticos a "que busquen soluciones para compensar a las personas que ya están viviendo esta situación, empezando por quienes se han quedado sin ayudas municipales, como las becas de comedor de sus hijos".

La exposición de Emilia Marrón fue el prólogo a la lluvia de críticas que recibió el gobierno local, empezando por las del portavoz del PSOE, José María Pérez, quien señaló que ya habían planteado este problema en la Comisión Municipal de Hacienda antes de Semana Santa. Xixón Sí Puede e IU abogaron por resolver con celeridad el problema, empezando por algo que está en manos del propio Ayuntamiento, que es quien concede las becas comedor.

La proposición aprobada ayer por unanimidad por el pleno incluye aplazar dos meses la realización de trabajos que puedan generar nuevas imputaciones en la renta para los vecinos (no afectará a los concursos de ideas o definición de proyectos como los de Contrueces y Monteana). En ese tiempo se elaborará un informe sobre todas las repercusiones a efectos impositivos o de prestaciones públicas de la subvención municipal y, en base al citado informe, se modificarán las bases para las subvenciones para la rehabilitación de fachadas, el plan del Muro y la supresión de barreras arquitectónicas, además de las de intervenciones generales en grupos de viviendas de manzanas degradadas.

El Ayuntamiento también elaborará un documento explicativo de las posibles consecuencias para que los vecinos puedan decidir, negociará con otras administraciones para evitar que esas ayudas repercutan negativamente en las prestaciones o subsidios que perciben sus beneficiarios.

El acuerdo plenario también llevará al Ayuntamiento a habilitar una linea de ayudas para compensar a "aquellas personas afectadas que lo precisen".

La alcaldesa, Carmen Moriyón, pidió a los portavoces vecinales que animen a los afectados a ponerse en contacto con los servicios municipales para, con total confidencialidad, resolver su situación e indicó que hasta ayer sólo tres personas se han dirigido al gobierno local para exponer su problema y cada caso tendrá una respuesta individualizada, apuntó.