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TAC para perros

Una clínica gijonesa, pionera en el Norte en ofrecer a dueños de mascotas una máquina de diagnóstico con la máxima definición, como las empleadas en humanos

Detalle de un corte de un TAC efectuado a un perro. MARCOS LEÓN

La tecnología humana es también para los animales. Una clínica veterinaria de Gijón, Asturpet, acaba de incorporar a su cartera de servicios una máquina de TAC (tomografía axial computarizada), o lo que es lo mismo, un escáner de altísima definición, con 16 cortes, como el que se emplea en humanos. Se trata, como señala el gerente de la clínica, Adrián García, de toda una novedad en el Norte de España y en buena parte del país, porque los que existen en la actualidad para uso animal son "de dos o cuatro cortes".

La máquina, que ha supuesto un desembolso de 130.000 euros, está de hecho configurada para humanos, si bien puede soportar un peso cercano a los 300 kilos, lo que supone que "podríamos utilizarla para animales como cachorros de mamíferos de gran tamaño, leones o tigres, e incluso crías de oso", señala García. Una posibilidad que la clínica quiere explotar ante la inexistencia de este tipo de aparatos con tan alta resolución diagnóstica para animales. De hecho, ya se han puesto en contacto con varias clínicas de toda la cornisa Cantábrica, con el Parque de la Naturaleza de Cabárceno y con otros centros similares para informarles de la existencia de este aparato en Gijón.

"Pensamos que podría ser muy útil en animales de este tipo, para estudiar enfermedades y dolencias o para ver la evolución en el crecimiento", señalan los responsables del centro veterinario, que por el momento cuentan con una alta demanda de mascotas domésticas. A la hora de adquirir la máquina de TAC tuvieron en cuenta "el incesante incremento en el número de animales de compañía que se ha dado en los últimos años", especialmente en una ciudad como Gijón, en la que, según los últimos datos estadísticos, habría 3,6 animales por persona, un índice sólo superado por la ciudad de Lugo. Ese dato, sumado a la creciente concienciación de los dueños de los animales ha llevado a la clínica a apostar por una técnica que se basa en el uso de rayos X y se utiliza sobre todo para detectar anomalías vasculares, posibles masas o tumores en diferentes áreas del organismo, así como estudios muy precisos de diferentes zonas, como ocurre en el estudio de extremidades o en ciertas patologías ortopédicas, explica el director de la clínica, el veterinario José Mario Larrinaga.

La ventaja de esta máquina para humanos reside, además de en su alta definición, en la rapidez con que se somete al animal al examen. En apenas siete segundos se completa el examen, frente a los dos minutos que serían necesarios con un TAC de menos resolución. "De este modo tenemos al animal sedado durante menos tiempo, y la recuperación es más rápida", indica Diana Palacios, la responsable del manejo de la máquina.

Hacer un TAC de estas características a un animal (normalmente perros, gatos, hurones y pequeños mamíferos) cuesta entre 360 y 410 euros, y aunque el estudio económico inicial realizado por la clínica estimaba que serían necesarios tres TAC al mes para hacer rentable la inversión, en la actualidad están haciendo entre cuatro y seis escáneres al mes "y la demanda sigue creciendo", señala el gerente de Asturpet. De hecho ya ha empezado a llegar clientela de Galicia, y los responsables de la clínica esperan seguir abriendo mercado en cuanto las clínicas empiecen a derivar a sus pacientes hacia este recurso. Del mismo modo, el aparato está a disposición de los profesionales que deseen realizar estudios.

La pasada semana pasaron varios "pacientes" por el TAC, como el caso de un bóxer llamado "Guindi" que padeció un tumor de tiroides hace nueve meses y que ahora presenta nuevas tumoraciones en una pata. Gracias a la alta definición de la máquina los veterinarios obtienen un diagnóstico mucho más afinado, de manera que en el caso de ser necesaria una intervención quirúrgica "ya sabemos exactamente dónde tenemos que ir y no nos vemos obligados a ocasionar al animal más cicatrices de las necesarias", apunta Larrinaga.

Una técnica muy útil en dolencias neurológicas o en las hernias discales que presentan muchos animales con dueños sensibles para los que no supone un gran inconveniente desembolsar el dinero que cuesta la prueba. "Ya no estamos en los años en que si el animal enfermaba se le daba un golpe en la cabeza y listo. Ahora tendemos a tratarlos de una forma mucho más humanizada, y eso lo vemos a diario", sostienen en la clínica. Por eso ofrecen a los animales cuidados a cuerpo de humano.

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