Un niño de 6 años tuvo que ser traladado a última hora de la tarde de ayer al Hospital Universitario Central de Asturias con heridas de gravedad tras el atropello sufrido en el barrio de Pumarín. Pasaban las nueve de la noche cuando un turismo arrolló en la calle Ampurdán al menor, que supuestamente habría invadido por sorpresa la calzada cuando estaba jugando con un amigo. La valoración inicial de los facultativos que le atendieron es que el atropello le provocó al niño diversos traumatismos de consideración, siendo su estado calificado de grave.

Algunos testigos del suceso y vecinos de la zona explicaron tras el accidente que el coche que se llevó por delante al niño pudo esquivar, al menos, a otro menor que también habría irrumpido en la calzada sin mirar si había peligro, fruto del momento de juego que compartían los chiquillos. Ni siquiera la madre del herido pudo hacer nada por evitar el fatal atropello. "Son cosas de críos", decía una vecina. Las características de la calle, estrecha y con estacionamiento a ambos lados que limita la visibilidad, habría condicionado al conductor para poder reaccionar ante la presencia de los niños.

En el lugar del suceso se personaron agentes de la Policía Local y personal de los servicios de emergencias médicas. Estos últimos habría estado atendiendo dentro de la ambulancia al herido durante casi una hora, estabilizándole antes de poder efectuar su traslado a Oviedo, al Hospital Central de Asturias.

Numerosas personas siguieron consternadas la actuación de los efectivos policiales y los sanitarios, incluida la madre del menor herido, a la que acompañaron algunos amigos para intentar transmitirle traquilidad. La familia es conocida y apreciada en la zona ya que reside en la avenida Shulz, relativamente cerca de la calle donde sucedió el atropello, y la madre trabaja puntualmente en un negocio de hostelería que está en una calle próxima.