Evitar que se produzcan nuevos robos en viviendas y reducir la estadística de asaltos en pisos que durante el primer trimestre del año vivió un importante ascenso. Ése es el objetivo que se han marcado los responsables de la Comisaría de Policía de El Natahoyo de cara a este fin de semana. Los agentes han desplegado estos días un amplio dispositivo de seguridad compuesto por agentes de paisano y uniformados que tiene como objetivo prevenir nuevos actos delictivos como los que tuvieron lugar la semana pasada en tres pisos situados en Pumarín y en la avenida de la Constitución.

Los últimos tres robos registrados se perpetraron siguiendo el mismo "modus operandi". Después de comprobar que no había moradores en las viviendas los ladrones accedieron al interior de los inmuebles utilizando la técnica del "bumping". Dos golpes secos que no dejan rastro alguno en la cerradura permitieron a los delincuentes entrar y llevarse los objetos de valor de las víctimas. Los funcionarios aseguran que detrás de estos hechos podría encontrarse una banda organizada con base fuera de Asturias. De confirmarse esta teoría los ladrones se desplazarían al Principado sólo para cometer los golpes.

Lo cierto es que, según las estadísticas oficiales, en el primer trimestre del año en Gijón se vivió un importante incremento de robos de coches y en viviendas. En concreto en lo que se refiere a asaltos en pisos entre enero y marzo se registraron 56 de estos delitos en el concejo, la cifra más alta de los últimos tres años. En el primer trimestre de 2013 la Policía Nacional contabilizó 40 robos en inmuebles, 38 en el mismo período de 2014 y 30 hace ahora un año. A pesar de todo la mayor parte de este más de medio centenar de asaltos de este año están ya resueltos gracias a las investigaciones que permitieron el arresto de los ladrones.

Desde la Comisaría de El Natahoyo aseguran que el sentido común sigue siendo la clave para prevenir ser víctima de un delito. En este sentido los agentes llaman a los ciudadanos a colaborar en las investigaciones alertando siempre que se observe en los edificios la presencia de personas ajenas al inmueble que permanezcan "en actitud vigilante". No en vano este tipo de delincuentes suelen actuar por la mañana, aprovechando que los dueños de las viviendas no se encuentran en casa. Buscan una excusa para entrar en los edificios, colocan pequeños "chivatos" -por ejemplo tiras de plástico-, y cuando comprueban que horas después la vivienda sigue vacía rompen las cerraduras. Uno de los delincuentes se suele quedar en los alrededores de los portales para vigilar y alertar a sus compañeros en caso de que se percaten de la presencia policial en la zona.