Más de un millar de operarios de 50 empresas diferentes. Ésas son las personas que actualmente están trabajando en la parada de mantenimiento del Grupo 2 de la térmica de Aboño y en la construcción de la desnitrificadora que se va a unir al mismo.

El Grupo 2 se desconectó de la red el pasado 20 de abril tras haber acumulado 31.452 horas de producción desde la última revisión, en 2012. Cada varios años, las centrales térmicas tienen que parar para una puesta a punto. La que tiene en marcha EdP en Aboño se prolongará hasta el 16 de junio, cuando se volverá a acoplar a la red. Además de los trabajos habituales de otras revisiones, la compañía está aprovechando esta parada para modernizar la instalación y para preparar la conexión, en agosto, de la desnitrificadora, explica el director de la central, José Antonio García.

El la revisión participan 47 empresas, un 60% asturianas, con 850 operarios. La inversión asciende a 20,6 millones de euros, de los que 12 son por las tareas habituales de revisión en este tipo de paradas, otros 6 millones se destinan a cambiar los sistemas de control analógicos por otros digitales; 2,2 millones se invierten en la revisión completa de la turbina, en lugar de uno de sus tramos y 0,4 millones en el montaje de un calentador.

Se trata de unas tareas que suman 350.000 horas de trabajo y en la que además de las personas que están desarrollándolo en la planta, también se encargan piezas a numerosos talleres de la región.

En funcionamiento desde el 23 de septiembre de 1985, el Grupo 2 de Aboño es el de mayor potencia que tiene EdP, con 553 megavatios. Se trata de una central multicombustible que en su caldera de unos 70 metros de alto quema carbón pulverizado y gases de los hornos altos de la cercana factoría de Arcelor, aunque también está preparara para quemar fuelóleo.

Con una producción media de energía en el último lustro de 5.400 gigavatios/hora, el grupo más moderno de la térmica de Aboño tiene una participación decisiva en la estabilidad de la red, por la configuración de la red eléctrica en Asturias, que hace que la térmica de Aboño sea uno de los principales suministradores a la industria pesada.

Al año consume 1,6 millones de toneladas de carbón y más de 2.000 millones de metros cúbicos de gas siderúrgico. En un solo día de producción puede quemar 7.000 toneladas de carbón.

Los trabajos que se están realizando en esta ocasión son más complejos de lo habitual. No sólo por la modernización de los sistemas de control para que sean digitales; también porque durante esta parada se están realizando trabajos previos para la conexión de la desnitrificadora a la caldera del Grupo 2, modificando diversos conductos y añadiendo otros nuevos, tuberías integradas por piezas que pesan cada una 40 toneladas y que están en el corazón de la planta, explica el director de la instalación.

Para la conexión de la desnitrificadora, el grupo térmico tendrá que volver a parar del 1 al 10 de agosto. Durante varias semanas la desnitrificadora estará en pruebas y en septiembre ya se prevé que funcione con plena operatividad, pasando el Grupo 2 a ser la primera central en España en incorporar esta tecnología, que reducirá en un 50% las emisiones de óxidos de nitrógeno, mediante un reactivo y un catalizador que descompondrán esas partículas contaminantes en agua y nitrógeno, que son inocuos.

La inversión en la desnitrificadora alcanza los 55 millones de euros. Se trata de una obra que permitirá alargar la vida útil del Grupo 2 de la térmica de Aboño al menos hasta 2035. Sin esta inversión medioambiental, la normativa comunitaria obligaría a cerrar el grupo en 2020.