La patronal asturiana de la construcción, CAC-Asprocon, considera que el nuevo Plan Genral de Ordenación (PGO) que está tramitando el Ayuntamiento provocará un encarecimiento en el precio de la vivienda en Gijón, al eliminar la gran mayoría de suelos urbanizables del municipio. La escasez en la oferta de suelo, agregan, "deriva inevitablemente en un incremento del precio de la vivienda", y ponen como ejemplo lo que ocurrió en 1999 con el "plan Rañada", también restrictivo en cuanto a suelos urbanizables y que los constructores consideran que fue la causa de que en Gijón se encareciera la vivienda más que en Oviedo o Avilés durante los años siguientes.

Este planteamiento lo expuso ayer en la sede gijonesa de CAC-Asprocon su director general, Daniel García-Balbín, acompañado por el responsable de la asociación en Gijón, Eduardo López Dóriga. Ambos presentaron un resumen de las alegaciones que la Confederación Asturiana de la Construcción ha presentado al PGO.

Una parte de las alegaciones cuestiona la oportunidad del nuevo modelo de planeamiento, que echa por tierra los grandes proyectos urbanizables previstos en la zona rural en los documentos urbanísticos anteriores y que fueron los que provocaron la reacción de los vecinos de la zona rural y a la postre las sentencias judiciales que anularon los planes precedentes. Otra parte de las alegaciones plantea la modificación de cuestiones concretas del PGO.

Respecto al primer grupo de alegaciones, sobre la "filosofía" del nuevo plan, García-Balbín consideró que el modelo por el que se ha optado deriva de una decisión ideológica y política, sin sustento técnico. "Los estudios que hicieron para decidir este plan se basan en cuatro datos del INE. Si se quisiera de verdad haber estudiado a fondo qué efectos produce un modelo de plan u otro, nos hubiera gustado mucho que hubieran hecho una curva de la evolución del precio de la vivienda desde el plan 1999, que se hizo con la misma filosofía de éste", apuntando que Gijón era mucho más barato que Oviedo en 1996 o 1997, hasta un 30% o 40% másy ocho años después, consecuencia de esa teoría, su suelo era infinitamente más caro y escaso que el de Oviedo y la vivienda, por tanto, más cara", señala García-Balbín.

La patronal discute la conveniencia del cambio de modelo, recordando que los promotores ya habían hecho inversiones y proyectos y que debieran mantenerse los urbanizables eliminados en aras de la seguridad jurídica, el sostenimiento de la actividad económica y el empleo.

Además, el directivo de CAC calificó de "incoherente" que a la par que elimina suelos urbanizables, apostando por una ciudad compacta, el nuevo PGO permita en paralelo incrementar el número de viviendas en el suelo rural, así como el de viviendas unifamiliares en suelos urbanos no consolidados. Para la patronal de la construcción "no hay nada más insostenible que la vivienda unifamiliar por razones de ocupación del territorio" y necesidades de servicios.

García-Balbín cuestiona que se haya optado por un modelo de crecimiento cero en base a "una foto fija" de la situación actual, cuando un PGO se debe hacer para 15 o 20 años, y en ese plazo habrá más necesidades de vivienda que no se garantizan en el documento en tramitación.

Aunque el PGO no es del gusto de la patronal de la construcción, CAC-Asprocon no lo contempla como el peor escenario posible, que es el que consideran que se produciría si se vuelve a anular judicialmente por algún defecto en su tramitación.

De hecho, una de las alegación concretas que plantean es la de solicitar que el Ayuntamiento extreme las precauciones y adopte las medidas necesarias para garantizar que el documento que se apruebe definitivamente no sea tumbado en los tribunales.

La patronal también plantea que si el nuevo PGO aboga por una ciudad compacta, habría que asignar un aumento de la edificabilidad mínima en los suelos no consolidados y urbanizables, al hilo también del nuevo Reglamento de Ordenación del Territorio y Urbanismo que está tramitando el Principado. Esa edificabilidad mínima podría ser de 0,4 o 0,5 metros por metro cuadrado, señaló García-Balbín, cuando hay fichas del PGO que plantean edificabilidades del orden de 0,2. Esto es, CAC aboga por permitir más alturas en las edificaciones como forma de hacer más compacta la ciudad.

Otra de las alegaciones se dirige a solicitar que se flexibilice la ordenanza edificatoria en los aspectos que no sean esenciales (edificabilidades y alturas) para aprovechar mejor los solares de que se disponga; para poder aprovechar los bajocubiertas, hacer áticos y otras cuestiones "de diseño" de los edificios.

También reclaman que el Ayuntamiento no pueda denegar una licencia cuando se solicite cumpliendo los requisitos que marca la ley y el planeamiento. Ahora "te la pueden denegar por una cuestión puramente estética, porque al técnico que informe el expediente no le guste el edificio". Sobre esto mismo también plantean que el Ayuntamiento no exija que, en las comunidades multiportal, las comunidades colindantes a la que va a hacer la rehabilitación validen la estética de la fachada que se quiere rehabilitar. Los constructores plantean que el primer portal que se rehabilite marque la linea estética para los demás o que sea el Ayuntamiento el que ejerza de "árbitro" entre las comunidades para que se pongan de acuerdo.

Además, la CAC considera que a la par que se tramita el nuevo PGO se debería de tramitar el nuevo catálogo urbanístico de edificios protegidos para evitar que haya contradicciones entre ambos. Otra de las alegaciones es la petición de "que den un repaso a la normativa urbanística del plan para sintonizarla con la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación urbanas, con fórmulas urbanísticas que podrían promover la rehabilitación en solares consolidados".