La protesta por el posible uso privativo de un terreno público que están llevando a cabo pilotos aficionados y profesionales del sector ante el Ayuntamiento gijonés tiene, además, otra vertiente que no dudan en señalar, como es la seguridad. Afirman que pese a que la Colina del Cuervo es una buena zona de despegue cuando se dan las condiciones idóneas de viento, en nada facilita las maniobras -y menos para los más inexpertos- el tener unos postes de cerramiento "que siempre van a ser un peligro", coinciden Jesús Prada, Jorge Iglesias, Jesús Muel y Nacho Vilches. Y siguiendo con los temas de seguridad, entre el colectivo también preocupa que "ahora, por evitar problemas con quien se considera el dueño del terreno, se está volando en otra zona de la Colina que no es tan segura, y no es lo más recomendable".

En sus lamentos incluyen también "la mala imagen" que está dando el gremio de parapentistas entre los muchos pilotos "que vienen de fuera de Asturias a volar a Gijón, porque esta es una zona de costa muy valorada, y cuando explicas en la que estamos metidos se te cae la cara de vergüenza".

A todo eso, Jesús Pascual contesta con la tranquilidad de pensar que "compré una finca legítimamente, solicité permiso para vallarla, y vallé por donde me indicó el Ayuntamiento; si no pensara que es mío no se me ocurre hacer algo semejante". No esconde que tras esa decisión está una mala sintonía con "la forma de proceder y de sacar provecho del negocio del parapente" de algunos compañeros "que al final pueden poner en riesgo a todos los que vivimos de esto". Y, sobre todo, siente que la Federación asturiana no actúa como debiera porque "si tan importante es la Colina del Cuervo, y es una zona tan buena y tan clave para el parapente en Asturias, me pregunto por qué nunca la declararon como zona de vuelo habilitada, como sí que hay otras en la región. Nunca se molestaron en reconocerla y ahora sin embargo montan este jaleo".En su argumentario para llevar a cabo la compra de la ladera que toca de lleno con la zona de despegue de la Colina del Cuervo están distintos problemas que surgieron con el uso libre de la zona. Incluidas multas a las que tuvo que hacer frente por "poner mis carteles del negocio en una zona pública, sin autorización". Así que optó por buscar un prao en la zona que pudiera servirle de campo base para su negocio de vuelos en parapente. Y resultó que estaba libre el mejor de todos. "Si resulta que el área de despegue es público no tendré problema en retirar la valla y ponerla donde tenga que hacerlo, pero esta es una pelea absurda porque tampoco entonces podrán volar porque entrarán igualmente en una zona privada", avisa.