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JESÚS MARTÍNEZ SALVADOR | CONCEJAL DE FESTEJOS, DEPORTES, TURISMO Y JUVENTUD DEL AYUNTAMIENTO DE GIJÓN

Un "marsal" para Foro

Dialogante y sociable, el joven edil está muy bien valorado en el partido forista, donde progresó rápidamente y conoció a la mujer con la que se acaba de casar

Un "marsal" para Foro

Jugó al fútbol y le gusta salir a correr, así que no era extraño que recayese sobre él la concejalía de Deportes. Trabajó en la empresa de sus padres comercializando productos turísticos; en consecuencia, lo de Turismo no le es para nada ajeno. Es el concejal más joven del equipo de gobierno, por lo que las políticas municipales de Juventud las siente muy cercanas. Y se caracteriza por su carácter sociable y amistoso, así que los Festejos no se le dan nada mal.

Analizando las diferentes facetas de su perfil no chirría para nada que Jesús Martínez Salvador acapare Deportes, Turismo, Festejos y Juventud en una misma concejalía. Es el edil del verano, del que depende la mayor parte del extenso programa estival gijonés. Pero también le está tocando ser el edil "de los marrones" en este mandato de Foro Asturias. Su primera experiencia como concejal está siendo una prueba difícil, pero quienes le conocen aseguran sin titubeos que la está superando con buena nota.

De hecho, si Carmen Moriyón y Fernando Couto, alcaldesa y portavoz del gobierno local de Foro, cumplen con su palabra de retirarse de la política al final de este mandato, Jesús Martínez Salvador, a sus 30 años, está entre los mejor valorados dentro de Foro para convertirse en hombre fuerte del partido en Gijón, gran reducto forista.

Nacido el 22 de septiembre de 1985, es el hijo único de Jesús Martínez y María José Salvador. Aunque su padre nació en Brasil, pertenece a una familia del pueblo conquense de Motilla del Palancar, del que es originaria María José, su madre. El ahora concejal pasó muchos veranos en esa localidad, donde tenía su propia pandilla junto con su prima Isabel. Durante el resto del año vivían en Gijón, primero en el barrio de El Llano y luego en el de Moreda.

Jesús Martínez Salvador fue un niño con mucha vida. Quizás demasiada en algunas ocasiones para el gusto de sus padres. Alegre y travieso, se metía en las bañeras y encendía los grifos o pintaba en la pared un caracol y se lo enseñaba a su madre. Ésta se llevó un buen susto una mañana cuando, mientras ventilaba la casa, al pequeño Jesús se le ocurrió salir por una ventana. Apenas tenía tres años.

Estudió en el colegio San Miguel y en los institutos Emilio Alarcos y Fernández Vallín. Jugó en diferentes categorías del Llano 2000. "Básicamente era un extremo veloz", aseguran quienes le vieron jugar. Correr era lo suyo, quizás más que el balón. Para su desgracia, en la actualidad, el trabajo, así como un maltrecho tobillo, le dificultan la práctica del "running", una de sus aficiones favoritas, además del pádel, ir al cine o escuchar a Sabina o "AC/DC". Seguramente sueñe con traer algún año a la gran banda australiana a Gijón.

Completó la carrera de Empresariales en la Universidad de Oviedo y tampoco se movió de Gijón para estudiar un máster en Comercio Exterior. Aquel niño travieso se hacía mayor y acabó canalizando su espíritu tremendamente activo a través del trabajo. Mientras estudiaba, ayudaba a sus padres con su empresa, Distribuciones Marsal, dedicada a productos turísticos. Realizaba labores de comercial y diseño. También pasó por el sector bancario una vez terminó sus estudios. Curiosamente algunos le llaman Chus Marsal, nombre que él mismo tenía en las redes sociales.

"Es un relaciones públicas nato, se lleva muy bien con todo el mundo, tiene habilidad para las relaciones sociales y si se empeña en hacer algo no lo paras", cuenta de él un amigo de la adolescencia que también desempeña responsabilidades municipales. Por sus funciones le ha tocado en su primer año de concejal estar con frecuencia en el ojo del huracán, pero "es un trabajador nato, que intenta hablar con toda la gente, aunque le suponga pocos agradecimientos públicos cuando lo hace bien y, en cambio, cuando lo hace menos bien, se lleve demasiados palos".

Le han tocado unos cuantos asuntos difíciles, desde el último "incendio" por la actuación programada del cantante Francisco en el Jovellanos hasta la inesperada mala respuesta del público a los conciertos de Lenny Kravitz y Elton John. Además de la difícil situación económica de Divertia, empresa municipal que preside. Pero él aplica siempre una fórmula parecida: trabajo y diálogo.

"Sabe escuchar", destacan de Jesús Martínez quienes lo conocen mucho. Incluso alguien tremendamente enfadado con una decisión de Divertia, como Francisco por la suspensión de su concierto, estaba "encantado" con el trato telefónico que le dio el concejal en plena polémica.

Jesús Martínez se sumó al proyecto de Foro Asturias en sus comienzos. Se afilió en enero de 2011 y se ofreció a colaborar en lo que hiciera falta. "Asturias necesita cambiar de rumbo", alegaba entonces. Una convicción que sigue manteniendo. También le empujaron los ánimos de su entorno más cercano.

Su gestión al frente del Jardín Botánico Atlántico, logrando mejorar sus cuentas y número de visitantes así como enfocándolo a un público más mayoritario, le valió para que el gobierno local de Foro le diese más responsabilidades. Cuando se formó Divertia, tras fusionar el Botánico, Turismo, Festejos y el Teatro Jovellanos, le pusieron al frente como gerente. Y en las elecciones de mayo de 2015 entró en la lista electoral municipal como número seis. Salió elegido y le confiaron sus responsabilidades actuales.

Ya no se pone nervioso ante un micrófono. Al menos no tanto como al principio. Está más que curtido en actos protocolarios y presentaciones de eventos. Y empieza a estarlo en gestión de asuntos complicados. Tiene el gran reto de mejorar las cuentas de Divertia sin mermar en exceso la programación festiva de la ciudad; y debe soportar las críticas de cinco grupos de la oposición y llegar a acuerdos con ellos. Su talante dialogante, a prueba.

Es "amigo de sus amigos" y en Foro, además de encontrar un espacio para su convicción, encontró el amor. Prácticamente el primer día. Ocurrió en el restaurante "La Campana", durante el Congreso Constituyente de Foro Asturias. Allí conoció a Cristina López, exjugadora de voleibol. Y con ella se casó, ya como concejal, en el mes de junio. Difícilmente habrá discusiones políticas en esa casa.

Contrajeron matrimonio en Deva, con presencia de sus compañeros del gobierno local de Foro, una familia con la que echa tantas o más horas que con Cristina. Ni siquiera en su viaje de luna de miel a Isla Mauricio estuvo a salvo de llamadas de trabajo, aunque le molestaron "menos que en otras ocasiones". El Ayuntamiento siempre está en su cabeza. Aterrizaron en Asturias tras el viaje a las tres de la mañana y a las nueve él ya estaba trabajando.

Cristina López dejó el voleibol en 2015 y ahora trabaja junto con los padres de Chus, como todo el mundo llama al edil de Festejos. Pero quien tuvo, retuvo; y a buen seguro le puede dar consejos para que la pelota nunca le sobrepase, aunque tenga que encargarse de tantas concejalías en una sola.

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