Divertia, la empresa municipal que tiene entre sus obligaciones velar por las políticas turísticas en la ciudad, está a punto de presentar oficialmente el Plan de Acción de Turismo de Gijón (2016-2020). Un trabajo que parte de un diagnóstico estratégico elaborado por el equipo de Desarrollo de Estrategias Exteriores y que se ha desarrollados en mesas participadas por expertos y representantes de todos los ámbitos del sector turístico. El reconocimiento de partida es que Gijón ya es un destino turístico consolidado dentro de Asturias y en el norte de España pero le queda recorrido para ir más allá.

En ese informe de diagnóstico se hacen algunas aportaciones interesantes sobre la oferta de alojamiento de la ciudad. Por ejemplo, que tras unos años en los que aumentó la oferta hotelera en las categorías superiores se ha detectado un retroceso en ese ámbito y un crecimiento de los establecimientos extrahoteleros y de las categorías hoteleras inferiores. Quizás uno de los motivos del repunte de esos alojamientos extrahoteleros está en el hecho, especificado también en el informe de los técnicos, de que fue el único segmento donde no se registró la tendencia a la subida de precios que se detectó entre los años 2013 y 2014.

El tema de los precios no es baladí. Sólo hace unos días, un informe de una web especializada en viajes situaba a Gijón como uno de los diez destinos más caros de toda España para este verano. La media estaba en 115 euros por noche. Aunque la cifra se dispara en momentos como la Semana Grande de agosto, en coincidencia con varios eventos lúdicos y la tradicional Feria de Muestras, o el próximo fin de semana donde coinciden en la ciudad eventos que mueven tanta gente como el Festival Aéreo Internacional o el Campeonato de España Absoluto de Atletismo. Una competición que se apoya en la elección de Gijón como ciudad europea del deporte.