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El aviso que acabó en despliegue policial: "Papá, no abras a nadie"

El escenario, a priori, era casi el mismo que tantas veces acaba con el hallazgo de un cadáver -como ocurrió el pasado viernes- pero para fortuna de todos, el de ayer no fue el caso. Los Bomberos de Gijón tuvieron que entrar por la ventana en una vivienda situada en la calle Premio Real, tras la alerta dada por una mujer angustiada porque su padre no le contestaba al teléfono ni le abría la puerta. Los funcionarios accedieron al inmueble por el patio interior del edificio después de que la gijonesa contara a la policía que había hablado con su padre a las nueve de la mañana y que después no había vuelto a saber de él, pese a llamarle a casa e intentar abrir la puerta del domicilio. Todo sin éxito. El cerrajero tampoco había podido acceder al inmueble porque la llave estaba puesta por dentro, lo que hacía temer lo peor.

Cuando los Bomberos pudieron acceder al inmueble comprobaron que el hombre se encontraba perfectamente. "Fue un malentendido, la hija le había dicho que no abriera a nadie hasta una determinada hora que habían acordado porque iban a hacerle una reparación en casa y él entendió que no debía abrir ni coger el teléfono a nadie", explicaron ayer fuentes municipales. Así que todo quedó en un susto.

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