Después de recibir las quejas de un grupo de padres el Patronato Deportivo Municipal ha actuado. Las piscinas públicas de la ciudad han elevado hasta los 10 años la edad tope para que los niños que acuden a estas instalaciones puedan estar acompañados de un adulto en los vestuarios. Antes, ese derecho sólo asistía a los menores de siete años. "Vinieron unos padres a hacernos la sugerencia y nos pareció correcto aceptarla. Es bueno que los responsables de los menores puedan estar con ellos cuando se están cambiando", afirmó ayer Roberto Fernández, director del Patronato Deportivo Municipal.

Fernández insistió en que la medida se tomó no sólo para prevenir casos como el que el mes pasado tuvo lugar en el Grupo Covadonga cuando se descubrió que un socio de la entidad había colocado una cámara para grabar a los menores en los vestuarios. "También hay que tener en cuenta que en las piscinas municipales hay un tiempo limitado para cambiarse y muchas veces los niños se enredan jugando y pierden tiempo. Además, pueden ser objeto de robo y con esta medida ampliamos su protección", afirmó el máximo responsable del Patronato Deportivo Municipal. La medida ya está en vigor en todas las piscinas.