La magistrada titular del juzgado de instrucción número 4 de Gijón que el pasado mes de junio le tomó declaración al vecino de la ciudad acusado de grabar con su móvil a varios niños desnudos en los vestuarios del Grupo Covadonga dictó tras el arresto una orden de alejamiento que impide al ahora imputado volver a acercarse a las instalaciones deportivas en las que tuvieron lugar los hechos y de las que, según la directiva grupista, ya ha sido expulsado. La magistrada también incluye en su orden la prohibición de que el reo acuda a las instalaciones de los centros municipales de la ciudad ya que, según fuentes cercanas al caso, se está investigando si el acusado habría actuado también en edificios del Ayuntamiento.

La Policía asegura que el detenido, que fue procesado a mediados del mes pasado, distribuía a través de ineternet las imágenes que conseguía con su móvil en los vestuarios del Grupo. El gijonés fue arrestado, de hecho, dentro de una operación contra la pornografía infantil que ha permitido la localización de 21 pedófilos que formaban parte de un grupo de usuarios "especialmente activos en la distribución online", según la Policía. Los acusado llegaban incluso a intercambiar archivos en los que se recogían abusos sexuales de los que eran víctimas menores de edad. Para evitar ser localizados los imputados utilizaban los equipos informáticos de sus respectivos lugares de trabajo. La Policía llevó a cabo dentro de esta operación 24 registros domiciliarios en 14 provincias españolas. La investigación se inició a mediados del año pasado. Se intervinieron más de un centenar de discos duros en los que se almacenaban varios gigas de fotografías y vídeos de contenido ilícito.

Precisamente gracias al registro de la casa del gijonés detenido se pudo averiguar que el material había sido obtenido "mediante una cámara -la de su móvil-, que había introducido en vestuarios y duchas de un centro deportivo", que resultó ser el Grupo Cultural Covadonga. Allí accedía el ahora procesado aprovechando su carné de socio para pasar desapercibido. La directiva grupista asegura que las imágenes fueron captadas "años atrás", y no serían recientes.

Desde la institución su presidente, Antonio Corripio, quiso insistir ayer en la voluntad del Grupo Covadonga de colaborar con la justicia en todo cuanto sea necesario para erradicar este tipo de actitudes. "En su día se nos advirtió de que el tema afectaba a menores y se nos pidió que actuáramos con cautela. Hemos cumplido con todos los mandamientos que llegaron desde el juzgado y seguiremos haciéndolo si se nos pide que tomemos nuevas medidas", afirmó Corripio.

La investigación aún no se da por cerrada. En el caso del gijonés la Policía Nacional de Madrid que dirigió los trabajos trata de confirmar ahora si el procesado se "coló" también con la cámara del móvil en otras instalaciones frecuentadas por menores de edad. Los agentes tienen que analizar, además, el material incautado por a los 21 detenidos dentro de esta misma operación por si los vídeos o las fotografías pudieran llevar a la detención de otros pedófilos.