La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"El Cafetón" recupera su solera

El hostelero gijonés Álex López se hará cargo del establecimiento con el objetivo de que vuelva a tener la esencia interior del mítico local de la plaza de San Miguel

Álex López. MARCOS LEÓN

El cartel de "se alquila" en el emblemático establecimiento de la plazuela San Miguel, "El Cafetón", ha durado poco colgado de la puerta. En menos un de mes el hostelero Álex López, con 23 años en el oficio, se ha decidido a enrolarse en la aventura de recuperar la idiosincrasia de este local que abrió sus puertas en 1904 y que hasta 1999 se convirtió en el segundo café más longevo de la ciudad por detrás del aún vigente Dindurra.

"Cuando vi la oportunidad la he aprovechado. Quiero recuperar la esencia del café San Miguel, del mismo modo que se hizo con el Dindurra, para que vuelva a ser punto de encuentro y lugar donde los gijoneses disfruten. Es algo bueno para la ciudad", argumenta Álex López que desde años regenta el negocio "Mepiachi". "En el San Miguel quiero trabajar el café, que sea nuestro producto estrella. Lo compaginaremos con otro tipo de bebidas", matiza.

A partir del 31 de agosto, momento en que se mudarán los actuales propietarios tras quince años allí, comenzarán las tareas de adecuación de este local situado en la esquina de la calle Ruiz Gómez. El bajo, -con siete ventanales- cuenta con una planta de 200 metros cuadrados, 160 de ellos útiles y sostiene un edificio modernista diseñado por el arquitecto Manuel del Busto, también emblema arquitectónico del centro de la ciudad.

Ahora, Álex López buscará, con la ayuda de unas fotografías que conserva de su interior, recrear el ambiente original que se vivía en el Café San Miguel. El mismo que desapareció después de que Pilar Nosti, hija del fundador, echase la persiana en 1999 al negocio. Antes que una sucesión de comercios mutaran su interior.

El café San Miguel vivirá ahora un punto de inflexión. "Queremos cubrir todas las horas y tocaremos la cocina para ofrecer algo de gastronomía. Será un local abierto a todo el mundo. Esta es una apuesta que la gente agradece porque conserva muchos recuerdos. Por aquí han pasado generaciones y generaciones", aputa López.

El primer objetivo será intentar recuperar su barra redonda y mezclar el aire clásico con lo moderno bajo un patrón de decoración que fija los criterios en un color madera y mármol para mesas y sillas. Las que no se podrán reeditar son las puertas giratorias que otrora permitían el acceso a este establecimiento "situado en un lugar privilegiado de la ciudad". Eso no impedirá que siempre esté abierto para todos.

Compartir el artículo

stats