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Nuevo impulso a un proyecto urbanístico en un enclave singular

Un empujón para la Ería del Piles

El diseño de un complejo comercial, hostelero, hotelero y de ocio se acompaña de un plan urbanizador de 1,5 millones de euros para una nueva fachada marítima

Un primer diseño del arquitecto Antonio Fernández Morán para el complejo de la Ería del Piles con la torre singular.

A punto de cumplirse sesenta años de aquel proyecto de urbanización de la Ería del Piles que en 1959 pretendía ordenar la zona; casi quince de la modificación del planeamiento desgajando este suelo del PERI 11 para dar cabida a un centro de talasoterapia del que nunca se puso una piedra y una década desde que la empresa Astur Promotora Urbana 2004 pusiera sus ojos en la zona, la popular unidad de actuación 100 (UA 100) del urbanismo gijonés inicia el tránsito por lo que, parece, será el último trecho de su larga y compleja tramitación. En plena revisión del Plan General de Ordenación (PGO) tras dos anulaciones previas en los tribunales, la UA 100 acoge el único proyecto urbanístico de envergadura en movimiento. Ahora mismo, y hasta el próximo seis de septiembre, está a información pública el expediente de aprobación inicial del plan especial de reforma interior de la unidad de actuación 100 (PERI 100).

A la espera de que se concrete de manera definitiva la estética de la zona en cuanto a edificaciones, lo que se mantiene en el proyecto es el triple objetivo de finiquitar la imagen de degradación y abandono de esta área de la fachada marítima local, generar un nuevo espacio de actividad económica con usos terciarios de todo tipo y crear un edificio de referencia en el paisaje urbano gijonés: un hito. Aunque ya no será ni aquella "Salamandra" surgida de un concurso de ideas para diseñar un balneario en la zona que acabó en una exposición colectiva sobre arquitectura española el Moma de Nueva York. Ni la torre de 40 metros que se incluía en el proyecto inicial del arquitecto Antonio Fernández Morán para Astur Promotora y cuya maqueta fue la sensación de la Feria Internacional de Muestras de 2010.

Ahora las edificaciones previstas en la zona son de tres plantas, baja más dos alturas, con un máximo de cornisa de 12 metros y 14 metros en la envolvente máxima de coronación. Una altura similar al vecino hotel Abba Gijón,. Y el "hito" del que se habla en el proyecto será la edificación o complejo de edificaciones -todo dependerá de los acuerdos finales sobre el reparto de edificabilidad de la zona- a ubicar en la denominada parcela 8 frente al paseo de la avenida de José García Bernardo.

El plan especial permite todos los usos terciarios posibles e incluye un aparcamiento en rotación para unas 500 plazas en una segunda planta subterránea. La idea de partida es ubicar el edificio en el interior de la parcela para hacer más grande y atractivo el paseo en primera línea de mar y optar por terrazas y soportales para dar mayor sensación de amplitud. Aunque todo dependerá de las necesidades de cada propietario la idea es generar bajo rasante la zona comercial, centrar las instalaciones hosteleras en la planta baja y dedicar a todos los usos terciarios posibles las plantas primera y segunda del inmueble. Hay que tener en cuenta que la propuesta también incluye espacios hoteleros, de ocio como una sala de fiestas y de oficinas. Se mantiene en algunos ámbitos el uso residencial de vivienda unifamiliar para permitir que sigan allí los vecinos que no se han sumado a esta operación de desarrollo urbanístico.

Pero no sólo de edificios vive la Ería del Piles. El proyecto también incluye una serie de viales, nueva rotonda incluida, para reorganizar el tránsito en la zona. Este apartado suma 11.575 metros cuadrados. Y entre equipamientos, zonas verdes y espacios libres hay otros 4.751 metros cuadrados. En total, 16.326 metros cuadrados de suelo público en una unidad de actuación con una superficie bruta de 38.370 metros cuadrados. El índice de edificabilidad bruta es de 0,30 metro cuadrado por metro cuadrado.

El proyecto de urbanización de la zona, tal y como se explica en el documento a información pública, supone un coste de 1,5 millones de euros -que se elevaría a 1,8 con los gastos generales y el beneficio industrial- y se desarrollará en dos fases con un plazo estimado de ejecución de cuatro meses. El informe económico que acompaña el estudio garantiza el principio de sostenibilidad del proyecto atendiendo a un coste de mantenimiento de la zona para el Ayuntamiento de 22.698 euros al año y unos ingresos vía tasas e IBI de 138.586 euros.

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