Como cada año, y de forma previsora, la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa) diseñó un dispositivo especial para la noche de los fuegos. La movilización de operarios y maquinaria fue importante.

Fruto de ello, se recogieron en torno a trece toneladas de residuos generadas durante la gran noche festiva de la ciudad. Curiosamente, la mayoría no se retiraron del arenal de San Lorenzo, como podría ser previsible. En la principal playa gijonesa únicamente se limpiaron mil de los 13.000 kilos que recogió Emulsa. La mayor parte, nueve toneladas, procedió de la playa de Poniente, lo que confirma la creciente tendencia a ver el espectáculo pirotécnico de Begoña desde el arenal artificial.

Además, la generación de tanto residuo en Poniente fue motivada por la celebración de un "macrobotellón" en la zona. La gente joven opta por Poniente en la noche de los fuegos artificiales, a lo que ayudó la actuación musical dedicada al pop de los ochenta y los noventa que albergó el escenario de la explanada de Poniente. El resto, tres toneladas, fueron retiradas del Cerro de Santa Catalina, lugar de lanzamiento de los elementos pirotécnicos.

La plantilla movilizada por Emulsa fue creciendo a lo largo de la gran noche festiva de la Semana Grande. A partir de las 2.00 horas, 15 operarios (un camión y un tractor); a partir de las 6.00 horas, 54 trabajadores (diez barredoras y cuatro baldeadoras); a partir de las 7.35 horas, 62 operarios; y a partir de las 15.00 horas de ayer, se quedaron en 42.