"Yo ya lo siento pero contra el tiempo no podemos pelear. Toca lo que toca y hubo lo que hubo pero no creo que sea una novedad. Yo voy a cumplir 50 años y me acuerdo, desde pequeña, de veces en que no pudo ser. Esto pasó muchas veces. Respeto las opiniones de todo el mundo, porque esto son opiniones, no una polémica". Carmen Moriyón, regidora del Ayuntamiento, quitaba ayer hierro a la mala noche de los fuegos que deslució el tramo final de la Semana Grande gijonesa. Moriyón dio por bueno que "las personas se desilusionen" en referencia a quienes se dieron cita en los arenales y no pudieron ver el espectáculo elaborado por Pirotecnia Pablo por la bruma pero evitó ir más allá. Sobre todo en cuanto a responsabilidades políticas en la toma de decisiones de una posible suspensión o interrupción del evento.

La regidora gijonesa, que vio el espectáculo pirotécnico desde el Acuario de Poniente, mantiene que fueron los técnicos quienes decidieron seguir adelante con los fuegos a partir de un informe de Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) que garantizaba cierta visibilidad. "Yo no soy técnica en pirotecnia. Hay unos señores que ganan un concurso público, y me parece que Pirotecnia Pablo no son unos aficionados, y ellos son los que saben y los que deciden. No tengo más que decir salvo lamentarlo. ¿Ustedes creen que un alcalde o alcaldesa puede decidir cuando sí o cuando no? Eso es una cuestión técnica", explicó Moriyón. A lo que agregó: "Esto no es cosa de montar y desmontar en 24 horas, digo yo".

Desde el Ayuntamiento se recordó que "estamos hablando de mas de 1000 kilos de pólvora ubicada en el Cerro de Santa Catalina; una cantidad autorizada por Delegación de Gobierno para el disparo en el día de ayer y controlado por los TEDAX de la Guardia Civil". Argumentan que "si se hubiera cancelado o retrasado para otro día habría que solicitar un permiso nuevo a Delegación de Gobierno y tener durante mas días el cerro cerrado, empezar con todos los trámites de nuevo y volver a coordinar al equipo de seguridad".

El gobierno local de Foro explicó que "esta coordinación se hace con todos los equipos de Seguridad Ciudadana: bomberos, Policía Local, Protección Civil, y además, Policia Nacional, Guardia Civil, Capitanía Marítima, Salvamento de Playas, y los técnicos de la Pirotecnia y de Divertia". Todos esos medios de protección suponen para Divertia "un gasto de unos 10.000 euros", que habría que volver a pagar de posponer la cita.

Jesús Martínez Salvador, concejal de Festejos y Turismo y presidente de Divertia, explicó que "durante todo el día estuvimos hablando con meteorólogos y la Aemet y nos decían que la previsión era que sobre las diez la niebla subiera bastantes metros y los fuegos se verían bien a su altura". Y agrega: "Eso junto con que cambiar los fuegos de día no se puede hacer de una forma sencilla, dado que hay unas 150 personas implicadas, y unido a que hay mucha gente de fuera que viene a ver los fuegos esa noche y si los suspendemos igual hay más gente quejándose que si no se suspendiesen, hizo que tomáramos la decisión de tirarlos".

El edil de Festejos incide en que "confiábamos en que se pudiesen ver medianamente bien, pero como no había nada de viento el humo permanecía y eso remató la faena". El concejal reconoce que "no ha salido a la perfección", pero matiza que "es un riesgo que se asume con todos los espectáculos, no es una causa achacable a la empresa ni a nadie; la gente quería ver los fuegos e hicimos todo lo posible". Y agregó: "Hemos tenido una Semana Grande con notable éxito, los escenarios llenos de gente y buen tiempo, aunque los fuegos no han podido verse a la perfección, pero cambiarlos de día suponía también desvincularlos completamente de las fiestas".