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La multinacional sostiene que la alternativa a su plan es el cierre

Para Arcelor no reconstruir las baterías abocaría a medio plazo al cierre de toda la actividad siderúrgica en Asturias (las baterías de Avilés deberían cerrar en 2020). Así lo plasma la compañía en el estudio ambiental que ha planteado al principado y donde contempla otras dos alternativas: Una reconstrucción de mínimos de las viejas baterías y otra con mejoras, que es por la que ha optado. En el estudio sometido a información pública no se plantea como alternativa la construcción de baterías nuevas.

El estudio ambiental presentado por ArcelorMittal al Principado sostiene que el proyecto de reconstrucción de las baterías de Gijón no sólo aplicará las mejores técnicas "básicas", para cumplir la normativa ambiental, sino que también se implementarán otras mejoras adicionales que reducirán los impactos medioambientales, además del aprovechamiento óptimo de los subproductos derivados de la coquización del carbón.

El coque se usa en los hornos altos, junto a carbón pulverizado que se inyecta, para añadir carbono al mineral de hierro, produciendo así el acero. Las baterías no sólo producen el coque, sino que los gases que se generan durante la destilación de la hulla se emplean como combustible de los hornos altos, con el consiguiente ahorro energético. Esos gases son previamente limpiados, mediante un lavado, de parte de sus componentes que se venden como subproductos: alquitrán, azufre, naftalina y amoniaco, entre otros, con lo que se redondea el negocio.

El proyecto presentado por ArcelorMittal prevé aprovechar buena parte de las instalaciones de las viejas baterías y añadir otras nuevas. El proyecto señala que se garantizará que la coquería "cuente con las mejores técnicas disponibles en materia de Protección Medioambiental, de acuerdo al marco legal y reglamentario aplicable".

Entre los nuevos equipos que se prevén añadir se contemplan mejoras en las instalaciones de lavado de gas de coque, además de otros destinados a mejorar el aprovechamiento de los subproductos.

También se va a dotar a la coquería de una depuradora biológica de sus aguas residuales, lo que evitará tener que trasladarlas en camiones cisternas hasta la depuradora de las baterías de coque de Avilés.

Entre las mejoras sobre lo que exige la normativa ambiental, Arcelor plantea la restauración del refractario de los hornos de coque, además de las mejoras en el tratamiento del gas de coque y en la extracción del alquitrán. También plantea entre esos añadidos, la duplicación de varios equipos, cubriendo así posibles fallos en alguno de ellos.

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