La sidra siempre fluye por las calles de Gijón, pero ayer los mejores "chorros" llevaban premio y además, fueron autóctonos. Las bodas de plata de la Fiesta de la Sidra Natural albergaron el 23.º Campeonato Oficial de Escanciadores de Asturias en su paso por la ciudad, en un concurso que "es uno más, pero uno de los grandes: todos quieren ganar en Gijón, no cabe duda que la afluencia aquí es mayor", explicó Enrique Tuya, organizador del evento.

Al entusiasmo de los 33 participantes había que sumar el del público, que desde las 17.00 horas se había hecho hueco frente al escenario para no perderse ni uno de los "culines". La plaza Mayor fue el punto de encuentro para aspirantes al triunfo gijonés y familiares, amigos y curiosos, que aguantaron hasta el final a pesar del orbayo que por momentos calaba. Eran dos las categorías a las que los escanciadores podían presentarse, local y general, y se hizo un guiño al que va a ser el próximo galardonado con el "Tonel de oro" este domingo, Benjamín Vallina, ya que la sidra escanciada durante el curso era de su lagar.

La sorpresa de la jornada la deparó el carácter autóctono de los principales vencedores en la prueba, tras años de dominio de escanciadores latinoamericanos. El ganador de la categoría local fue un nervioso Eduardo Fernández, de la sidrería Los Pomares de Gijón. "Hace más de ocho años que me presento, pero lo máximo que había conseguido fue un quinto puesto en 2013", explicó emocionado tras conocer el resultado de la competición. Esa alegría la compartía el ovetense Pablo Álvarez, ganador de la categoría general. "Hace un par de años que participo en menos concursos porque cambié de sector, pero no me quiero desvincular de la sidra y una de las formas de conseguirlo es venir a las competiciones y seguir aportando todo lo posible al mundo del escanciado, que le debo mucho", añadió.

Wilkin Aquiles, Jason Franco, Salvador Ondó y Jonathan Trabanco se hicieron con el segundo, tercer, cuarto y quinto puesto y, junto a los ganadores, protagonizaron un escanciado simultáneo para despedir otra edición del Concurso Oficial de Escanciadores de Gijón. Además de los premiados, la participante más joven del evento también tuvo una mención especial. Con tan solo nueve años, la pequeña Alexandra Castellanos, vecina de Lugones, se subió al escenario y demostró que para ser un buen escanciador lo más importante son la pasión y las ganas.