El Ayuntamiento ha hecho públicos esta tarde los resultados de los primeros análisis de las muestras de agua tomadas en la costa este de Gijón. Éstos descartan en un principio la presencia de aguas residuales provenientes del emisario de Peñarrubia y apuntan a una composición de restos orgánicos cuyo mal olor podría deberse a "algas en descomposición removidas por el mar".

Según ha explicado la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, desde el laboratorio y tras varias inmersiones de buzos se descarta, por ahora, la hipótesis de una rotura en el emisario de Peñarrubia, que vierte al mar las aguas residuales de la cuenca este de Gijón, donde no ha entrado en funcionamiento todavía la depuradora.

Moriyón anunció que "la manchas parecen estar formadas por grupos de algas de color rojo flotantes y espuma de mar atrapada entre las mismas", así como "restos gelatinosos que podrían deberse a medusas".

En cualquier caso, la Alcaldesa insistió en la necesidad de arreglar la situación de depuración de las aguas de la zona este de Gijón, así como que se está procediendo "por vía de urgencia" a la reparación del emisario de Peñarrubia, con una fuga y obturaciones en sus difusores.