La romería celebrada en el "solarón" dentro de las actividades programadas en la última Fiesta de la Sidra Natural no incumplió la ordenanza de ruidos. Al menos eso es lo que aseguró hace días el Ayuntamiento en respuesta al escrito presentado por los vecinos que habían denunciado los excesos cometidos durante las celebraciones. El consistorio asegura que en el artículo 16 de la ordenanza municipal de ruido se recoge que las emisiones de música amplificada no pueden superar los 85 decibelios en lugares de esparcimiento infantiles y que en el expediente elaborado por la Policía consta como el día 26 de agosto a las diez de la noche la medición de los agentes dio un resultado de 84 decibelios.

La explicación no convence a los vecinos que presentaron la reclamación. El portavoz de estos gijoneses, el abogado Ignacio Blanco, asegura que el hecho de que las mediciones se llevaran a cabo el viernes demuestra que el jueves la fiesta "fue un infierno sin control" y que "se superaron todos los limites sonoros incluso los insuperables de protección a la infancia".