"Cimadevilla sabe a capital de la villa". Iván Cuéllar, portero del Sporting, demostró ayer que los nueve años que lleva en Gijón le han convertido en un "playu" más. Ayer fue el encargado de leer el pregón de las fiestas de Cimadevilla y desgranó su pasión por el barrio alto. "Cimadevilla, con su Cerro de Santa Catalina, con su Elogio del Horizonte, centinela convertido en eterno de la ciudad. Sus plazas, donde se detiene el tiempo: la de La Casona, la del Lavaderu, esta misma del Chino y hasta las fronterizas del Marqués o la del Ayuntamiento, con ese otro balcón que tan buenos recuerdos me trae. Cada vez que la atravieso en busca de este barrio hace que se me ponga la piel de gallina. Aún guardo en mis oídos los ecos de la última celebración", comentó el jugador rojiblanco.

Cuéllar incidió también en que Gijón "es una ciudad que siempre responde y lo hace con espontaneidad y con alegría" y añadió que estos días para honrar a la Virgen de los Remdios y a la de la Soledad "son días de fiesta, días para que corra la sidra y reine la ventrisca".

Cuéllar tuvo también elogios para la ciudad de Gijón y agradeció a aquellos que le animaron a fichar por el Sporting. "Me sedujeron hablando de los mil encantos que tiene Gijón y la verde Asturias que la rodea. Si entonces pensé que se excedían, al paso del tiempo debo de decir que se quedaron cortos", señaló. En Cimadevilla también tuvieron protagonista en el inicio festivo el tradicional desfile de batucada y cabezudos, éstos restaurados por el grafitero Raúl Gil.

Ayer también se pusieron en marcha las fiestas de La Camocha con la disputa del Memorial "Magdalena" provincial de bolos y la verbena amenizada por Rodrigo Cuevas y "BKV Discoteca Móvil". Mientras que en La Guía la jornada de ayer contó con una representación de teatro a cargo de "Picamaron" con la obra "Sola entre mujeres" y una verbena .