Ser mujer y deportista profesional en España es en la práctica casi imposible con la normativa en la mano. Porque, como convienen los expertos en derecho deportivo, "la ley discrimina claramente a las mujeres, que ni siquiera pueden jugar en ligas profesionales porque en nuestro país no existen en el caso de las féminas".

Así lo puso ayer de relieve María José López, abogada, especialista en Derecho Deportivo, miembro de la Comisión Jurídica del Comité Olímpico Español y asesora, entre otras deportistas, de la nadadora Mireia Belmonte, reciente campeona olímpica en Río de Janeiro. Por su amplia experiencia profesional ha visto situaciones que dejan claro que "el marco jurídico actual, de más de 30 años, está siendo discriminatorio para el desarrollo del deporte femenino profesional en España", una denuncia que ha dejado caer en el Congreso Mujer y Deporte clausurado ayer en Gijón y que se sustancia en hechos como el de que "en nuestro país no existen ligas profesionales femeninas y sí masculinas, las chicas no tienen patronal ni sindicato, no tienen convenio colectivo".

La situación "es impensable en el derecho laboral común", advierte la abogada, que alerta de las dificultades a las que se enfrentan las mujeres el caso de una incapacidad laboral, un embarazo o si se tienen que enfrentar a un caso de impagos. De hecho, sólo un cinco por ciento de los contratos en todo el país son de deporte femenino, fruto de "un lastre que significa que desde el punto de vista legislativo estamos a 30 años de retraso con respecto a la igualdad real en el ejercicio de la profesión como deportista", lamenta López.

La experta advierte además de que "no tenemos definido un modelo de deporte en términos jurídicos", lo que hace que "la inmensa mayoría de las chicas que están practicando un deporte cuando llegan a los 12 años empiezan a retirarse porque no tienen esa perspectiva laboral". La abogada recuerda cómo casi todas las chicas que juegan en los equipos de las selecciones absolutas de fútbol, baloncesto, voleibol o balonmano "están triunfando en otros países que tienen contratos profesionales", y "lo más grave es que el propio marco jurídico discrimina a la mujer de derechos". Como ejemplo, la letrada citó casos de "cláusulas en los contratos que establecen que si la señora se queda embarazada, se produce la rescisión unilateral en el contrato".

Para atajar estas situaciones se han planteado iniciativas parlamentarias que contemplan una reforma de la ley, o la redacción de una nueva Ley del deporte profesional, con un estatuto propio del deportista y "un capítulo específico para el deporte femenino profesional, contemplando qué consideramos deportista profesional, en deportes colectivos e individuales; qué ocurre con la licencia cuando una deportista se queda embarazada o los pasos para llevar a cabo para reclamaciones de impagos, algo que para las mujeres es mucho más complejo que para los hombres, al no ser sus ligas profesionales".

Un punto en el que María José López quiso hacer hincapié: "Cuando la gente ve a las chicas practicar deporte, deben saber que la inmensa mayoría no son profesionales, que en España no existan ligas profesionales es una anomalía jurídica y una aberración desde el punto de vista del derecho laboral común". Algo que se traduce, por ejemplo, en las dificultades para incorporar a jugadoras extranjeras a los equipos nacionales, toda vez que las ligas profesionales masculinas "están muy bien identificadas, pero las femeninas suelen cambiar cada año, y puede haber un subdelegado del gobierno que no sepa en cada momento la categoría de la liga y no dé la autorización a las deportistas extranjeras para jugar".

La discriminación hacia del deporte femenino, lamenta López, parte de los propios políticos que, en la anterior legislatura rechazaron una proposición no de ley sobre las quinielas, de manera que cuando la selección absoluta de fútbol masculina juegue y esa semana no hay Liga, en lugar de introducir partidos de la segunda división o incluso de la liga europea se puedan poner los partidos de la máxima categoría femenina. "La idea era que una parte del dinero recaudado fuera a un fondo para hacer contratos a las jugadoras, pero la proposición fue rechazada por el grupo en el gobierno, lo que es absolutamente vergonzoso, cuando además estamos hablando de fomentar el deporte femenino".

La ponencia de María José López se completó en la jornada de ayer con varias mesas redondas y debates para poner negro sobre blanco la situación del deporte femenino, "el que más éxitos ha cosechado en las pasadas Olimpiadas de Río de Janeiro" y que, sin embargo, sigue topándose con toda clase de dificultades.

Deportistas como las asturianas Ángela Pumariega o Rosa Fernández hablaron de su experiencia y sus logros en una sesión que también abordó los beneficios de la práctica deportiva durante el embarazo o la inclusión de la perspectiva de género en la gestión deportiva.