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Las conclusiones de un informe técnico sobre las plantas depuradoras del Principado

La gestión del sistema de depuración de Gijón es ineficiente, según la Confederación

La Reguerona y la Plantona, controladas por la EMA, tienen los peores índices en desarenado y desengrasado de las estaciones asturianas

La consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández -a la izquierda-, y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón -a la derecha-, en una reciente reunión para concretar el plan de recuperación de equipamientos de la Plantona MIKI LÓPEZ

Gijón carece de un suficiente nivel de depuración de sus aguas residuales y además las instalaciones que hay funcionan de manera ineficiente. Esto último es, al menos, lo que se desprende del informe técnico elaborado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico sobre la demolición de las lineas de desarenado y desengrasado de la Plantona, cuya reposición exigen el Ayuntamiento de Gijón y el Principado, una demanda conjunta que surgió después de que el grupo municipal de Xixón Sí Puede desvelara que grietas en el emisario submarino de Peñarrubia estaban propiciando que parte de las aguas fecales estén aflorando a sólo 450 metros de la costa, en vez de los 2,5 kilómetros mar adentro donde acaba el emisario.

El informe de la Confederación vuelve a poner la pelota en el tejado municipal, al apuntar una gestión ineficiente de la Plantona y de la depuradora de La Reguerona, ambas gestionadas por la Empresa Municipal de Aguas (EMA) y con algunos de los peores índices de eficiencia entre todas las estaciones de depuración de Asturias, en cuanto al desarenado y desengrasado de las aguas residuales.

El informe se ciñe a esos dos parámetros debido que lo que se discute entre las administraciones es la posibilidad de reponer las instalaciones demolidas de la Plantona, lo que requeriría una inversión de entre 1,4 y 2,4 millones de euros. El informe concluye que el desarenado y desengrasado de la Plantona evitaba el vertido al mar de 14,28 toneladas de contaminantes al año del total de 3.285 toneladas que portan las aguas residuales de la cuenca este de Gijón. Apenas un 0,43%. Las instalaciones que se mantienen operativas en la Plantona retiran al año unas 500 toneladas de materia orgánica de las aguas que tratan.

El informe hace una comparación sobre la eficiencia del desarenado y el desengrasado en 13 instalaciones de tratamiento de aguas residuales de Asturias. Las dos instalaciones gestionadas por la EMA salen mal paradas de esa comparación.

En cuanto al desengrasado son directamente las dos con peor eficiencia, según el informe técnico de la Confederación. El desengrasado de la depuradora de las aguas de la cuenca oeste de Gijón, La Reguerona, elimina un 0,09% de la contaminación orgánica, mientras que la linea de desengrasado demolida de la Plantona eliminaba el 0,15%. En términos técnicos, la eficiencia del desengrasado se mide por un parámetro que es la extracción de gramos de hexano (un compuesto químico) por habitante y día, parámetro en el que las dos instalaciones gijonesas también están a la cola.

En referencia a ese parámetro técnico, el informe señala que el promedio del desengrase en las plantas analizadas tiene un alto nivel de eficiencia, con un valor tres veces inferior al aceptable. Si la media del conjunto de instalaciones es mala, "esta ineficiencia de los desengrases es especialmente significativa en las dos instalaciones de la ciudad de Gijón -la Plantona, 28 veces inferior a un ratio aceptable y La Reguerona, 42 veces inferior- lo que denota una deficiente explotación de estas instalaciones respecto al resto de las de Asturias".

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