A las 21.00 horas del lunes dos patrullas del Cuerpo Nacional de Policía permanecían aparcadas ocupando uno de los dos carriles de la transitada calle Felipe Menéndez. La estampa no pasaba desapercibida y llamaba la atención de vecinos y paseantes. Y, además, por el portal donde estaban interviniendo se asomaron las dos estafadoras más conocidas de Gijón: Justina C. I,. y Ana Belén O. C., madre e hija, ya condenadas en dos ocasiones a prisión por estafar a varios hosteleros de la ciudad fingiendo un alto poder adquisitivo y por timar a un frutero.

En esta ocasión, según explicaron desde la Comisaría de El Natahoyo, fue Ana Belén O. C. la que requirió presencia policial en el edificio donde viven tras llamar pidiendo auxilio. El motivo de la llamada tiene que ver con los problemas que madre e hija tienen con el vecindario. Según explicó a los agentes Ana Belén, les "hacen la vida imposible" en el inmueble. Versión que cambia radicalmente si se le pregunta a otros vecinos. Durante la intervención aseguraron a los policías que ya hay trámites judiciales y ninguna de las partes quiso denunciar, así que los agentes se limitaron a dialogar para poner calma en el vecindario donde viven las conocidas estafadoras gijonesas.