"No hay nada que frene, ni prevenga, ni cure la enfermedad". La dosis de realismo que ayer recetó la doctora Carmen Martínez, especialista en neurología del hospital de Cabueñes, durante su intervención en la charla organizada por la Asociación Democrática Asturiana de Familias con Alzhéimer (Adafa), tuvo también píldoras de optimismo. "Hay puertas abiertas pero a día de hoy no se conoce la cura", aseguró en el acto en Gijón por el día mundial del alzhéimer.

Carmen Martínez lleva vinculada a Adafa desde su constitución en 1996 y siempre dispuesta a impartir nociones sobre la enfermedad destinadas a las familias. De ahí que ayer empleara un lenguaje coloquial, alejado de los tecnicismos para aportar ayuda, ideas y fuerza a las familias que ayer dejaron pequeña la sala de conferencias del Antiguo Instituto. El primer cometido de la doctora Carmen Martínez fue sentar las bases sobre el alzhéimer con diapositivas explicativas del desgaste del cerebro y cómo funcionan las neuronas entre sí, así como los agentes que intervienen en esta enfermedad que se enmarca dentro de las seis primeras causas de muerte y que padecen más de un millón y medio de españoles de los que 10.400 son asturianos.

Un discurso, enmarcado bajo el título "Alzhéimer: apuntes menos comentados" en el que quiso desterrar la imagen de una posible cura "como muchas veces aseguran los medios de comunicación" y el que demostró el proceso que recorre esta enfermedad en cada paciente, desde el primer momento hasta el deceso. Martínez, no obstante, también destacó los avances logrados en los últimos años.

"Los especialistas sabemos más acerca de la enfermedad", enumeró como primer avance la doctora. Una mejora también en la formación de los equipos que se suma a mejoras en el diagnóstico, un hecho que "nos pone por delante de muchas comunidades autónomas". También incluyó en la lista positiva la posibilidad de recetar medicamentos antipsicóticos atípicos para mayores de 75 años.

La doctora Martínez estuvo acompañada ayer por el José Ramón Riera Velasco, director gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa); Eva Illán, concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Gijón; y Concha Mena, presidenta de Adafa. Ante ellos hizo balance de los objetivos que aún faltan por conseguir en Asturias.

El primer problema es el tiempo. "Con diez minutos por paciente se puede meter la pata", advirtió Martínez, que reclama más minutos con pacientes. "Debemos ver su comportamiento, la conducta del paciente, hablar con las familias, hacerles test, pruebas y analizar esos resultados. Para hacerlo bien es preciso más tiempo", solicitó al director del Sespa. Otro de los ruegos fue aumentar y potenciar el trabajo en equipo, con psicólogos, trabajadores sociales y neuropsicólogos, "una figura de referencia e imprescindible", requirió antes de dar inicio a las preguntas de las familias.