Más dudas que aplausos ha generado entre la representación sindical de los trabajadores municipales y entre la oposición política del Ayuntamiento el cambio radical de estructura municipal presentado por el gobierno de Foro a partir de los trabajos de la firma de Consultores de Gestión Pública. Dudas que son necesario despejar ya que, y en eso hay coincidencia, sin acuerdo político y sindical no habrá nuevo organigrama.

La minoría del gobierno forista le obliga a buscar aliados dentro y fuera del Pleno para sacar adelante este Plan de Reforma y Transformación Organizativa (plan Reto).

Para el PSOE, por boca de la edil Marina Pineda, la propuesta es "interesante" en cuanto inicia el camino hacia una reestructuración que es necesaria. Un camino, recordó, "largo y que debe hacerse paso a paso y desde el consenso con los trabajadores". El PSOE tiene sus dudas sobre el cronograma de trabajo y pide adelantar todas las acciones que tienen que ver con comunicación y formación a los empleados.

"En principio no compartimos un modelo que nos genera demasiadas dudas. No vemos claro que esta propuesta vaya a conseguir que el trabajo sea más efectivo en el Ayuntamiento", explicaba Nuria Rodríguez. La edil de Xixón Sí Puede reivindica que cualquier cambio asuma el respeto a los derechos laborales y la optimización de los recursos.

Para Mariano Marín, portavoz del Grupo Municipal Popular, el borrador presentado por Foro y que se centra en las tres gerencias como unidades de dirección máxima "tiene muchos flecos. No es que sea un modelo bueno o malo pero es un modelo basado en la empresa privada que no se si tendrá encaje en el mundo de la administración municipal". Para Izquierda Unida, las dudas están en la capacidad de Foro para liderar un cambio de tanta envergadura y conseguir el acuerdo necesario con los agentes implicados. "Lo importante es que sea un modelo que perviva en el tiempo y la verdad es que no hemos empezado del todo bien", concretó Ana Castaño. José Carlos Fernández Sarasola, portavoz y único edil de Ciudadanos, si entiende que el programa va "en la buena dirección en cuanto a profesionalizar y despolitizar la administración municipal".

Análisis y prudencia son los principios de la reflexión de los sindicaos, que tienen un mes para presentar sus ideas. Aunque sus mayores preocupaciones se centran en el camino a seguir para trasladar el nuevo modelo a la realidad de todos los trabajadores municipales, cerca de mil en el Ayuntamiento y el resto en organismos y empresas hasta llegar a unos 2.500. "Es una visión tecnócrata ya ensayada en otros ayuntamientos y que nos genera preocupación respecto a la capacidad política para designar responsables", explicó Rubén Medina de Comisiones Obreras que se teme "una inflación de personal que no es empleado público".

Los sindicatos quieren mayor concreción sobre el compromiso del gobierno de que no se perderán derechos consolidados de los trabajadores. "Es un cambio radical pero queremos que sea un cambio para bien; lo más importante llegará con la siguiente fase en cuanto a la ubicación del conjunto de los trabajadores", recordaba Fernando Álvarez de UGT.