El proyecto "Thero", último ganador del premio que convocan Laboral Centro de Arte y Telefónica I+D para fusionar creación artística y tecnología, empieza a tomar forma. Sus autores, el candasín Román Torre y la murciana Ángeles Angulo, concluyeron el pasado viernes su residencia de tres meses en las instalaciones de Cabueñes. En los próximos días desarrollarán y completarán aún más su propuesta con otro trimestre en Barcelona, en la sede de la citada empresa de telefonía. "Lo que intentamos es dar solución artística, mediante un objeto, al problema de la privacidad en internet", afirma el creador asturiano, que ya fue galardonado con el "Micromaping".
El jurado valoró especialmente, en su día, las posibilidades que ofrece "Thero" de poner el énfasis en una reflexión cada vez más acuciante y pertinente: el control creciente de nuestros datos por la vía digital. Lo que plantean Torre y Angulo es la posibilidad de una comunicación a través de internet en la que se preserve nuestra intimidad. Y hacerlo, además, mediante un objeto eminentemente táctil que encripta nuestras informaciones.
"Lo que intentamos es devolver a quienes quieran el anonimato en la Red", indicó ayer Torre. Éste subrayó la importancia que en su proyecto tiene el "gesto físico" a través de esa pieza en la que trabajan: un "router" con su correspondiente wifi y cuatro modos de acción con los que se puede gestionar la comunicación: la navegación oculta y encriptada, sin ruido de redes o, incluso, no dejar ninguna huella.
"El diseño lo hemos hecho en Laboral y el resto es 'software'", señaló Torre. Hay posibilidad de presentar el proyecto "Thero" en Estado Unidos. Veremos, antes deben completar la residencia trimestral en la sede de Telefónica I+D. El creador asturiano está convencido de que existe un "problema" con el destino de las informaciones personales y datos que suministramos en nuestras comunicaciones a través de internet. "No es que haya un señor chino detrás, sino que se tratan como grandes datos y luego se venden, como todo el mundo sabe, y que los principales clientes son los gobiernos; hay cantidad de datos sobre nuestras vidas que se pueden utilizar", añade.
