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CEFERINO DÍAZ | Nuevo párroco de la iglesia de San Juan XIII de Viesques

"Da gusto celebrar la misa en Viesques y oír a niños pequeñajos por el pasillo"

"De estar acostumbrado a parroquias envejecidas, con gente mayor, este destino supone una bocanada de aire fresco"

Ceferino Díaz, en el exterior de la iglesia de San Juan XXIII de Viesques. JULIÁN RUS

Ceferino Díaz Martínez, natural de Nava, se ordenó diácono en 1978 y, un año después, recibía el orden sacerdotal. En su localidad natal ejerció el diaconado y vivió su primer año sacerdotal. Después estuvo en Pravia de 1981 a 1992, y en Cornellana de 1992 a 2015. Tras un año en San Nicolás de Bari, en Avilés, donde solicitó el traslado al no tener una vivienda asignada, llega a la parroquia de San Juan XXIII, en Viesques, donde el pasado sábado ofició su primera misa. También compaginó el sacerdocio con 35 años en la docencia como profesor de religión en los institutos de Pravia y Salas. Ahora, en su nueva etapa, su mayor reto es crear un sentimiento de unión entre los vecinos de una parroquia joven, con apenas nueve años de vida.

-¿Cómo ha sido su recibimiento en Viesques?

-Muy bueno. Es una parroquia de reciente construcción, con una comunidad muy joven, y da gusto participar en la celebración de la Eucaristía oyendo a los niños pequeñajos por el pasillo. De estar acostumbrado a parroquias envejecidas, con gente mayor, esto supone una bocanada de aire fresco. La gente ha sido muy amable y cariñosa desde mi llegada.

-¿El principal reto ante el que se enmarca la iglesia es conseguir hacer partícipe del día a día a la gente joven?

-Me llamó la atención cuando llegué, y se lo dije a los feligreses, que daba gusto oír el murmullo de los niños. La iglesia es cierto que su reto es acercarse a la juventud, pero no es lo mismo una parroquia de un pueblo que un barrio mayoritariamente joven.

-¿Supone un reto mayor cambiar de la zona rural a una gran ciudad?

-Es cuestión de adaptarse, pero al final es una zona residencial, muy bien comunicada, con unas infraestructuras estupendas, que te permite plantarte en el centro con muchos carriles bici y de paseo, pero lo que es la ciudad en sí todavía no pude captarla.

-¿Qué le ha llamado la atención del barrio de Viesques?

-La tranquilidad que se respira y la buena predisposición de la gente. El anterior párroco trabajó muy cercano con los feligreses, y ellos saben que por encima de los particularismos de cada sacerdote está la Iglesia. Hay un grupo de catequistas jóvenes muy buenos, que colaboran mucho como los de Cáritas o el coro.

-¿Qué se espera en esta nueva etapa?

-Llego a Viesques tras jubilarme en la enseñanza, tras 39 años de experiencia en diferentes ámbitos, y lo que quiero transmitir es continuidad y consolidar la comunidad cristiana, implicando a la gente joven. Es importante que, en estos nuevos barrios que se van creando, que no tienen ningún elemento unitivo en el cual consolidarse, está bien introducir actividades que creen un núcleo religioso y familiar entre sus vecinos.

-¿Qué mensaje quiere trasladar a sus feligreses?

-Que los cristianos somos y hemos de ser testigos de la esperanza. Frente a toda la desesperanza, la comunidad cristiana aportó siempre y debe seguir aportando motivos por los que luchar y vivir.

-Solicitó el traslado de Avilés tras solo un año al no asignársele vivienda. ¿Sigue sin comprender esa situación?

-Fue algo de falta de planificación, pero estoy muy agradecido al Arzobispo, ha sabido escuchar, fue una persona dialogante y subsanó cualquier error que pudiese existir.

-¿Con qué se queda de sus 25 años dedicados a la docencia?

-Tengo un recuerdo entrañable de los alumnos, de su participación, las actividades de tipo cultural o viajes de estudios.

-Ayuda para un sacerdote estar metido en la enseñanza para poder transmitir un mensaje.

-Estar metido en el ambiente y captar cuales son las necesidades en los jóvenes sí que ayuda y además la Iglesia, desde siempre, ha sido promotora de la enseñanza y la cultura.

-Afronta la gestión de la parroquia de San Juan XXIII, que hace dos años se convirtió en la primera en llevar el nombre del Papa Roncalli tras su canonización.

-El día 16 de octubre a las 12.30 horas haremos una misa cantada de gaitas con el taller de gaita de Cornellana.

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