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MONTSE MARTÍNEZ | Periodista y escritora

"Gijón ha perdido su esencia, antes nos conocíamos todos"

"La única forma de que una ciudad funcione es que sea cómoda, fácil y accesible, sin grandes pretensiones"

Montse Martínez. JUAN PLAZA

Lo que en su día fueron cuentos de dos "playos" amigos, ahora son historias que dan forma al libro "Xixón en píldores" de la periodista Montse Martínez. Una obra que recoge la historia de personajes y establecimientos de Gijón de mediados del siglo XX y que son fruto de textos locutados en su programa radiofónico de la emisora regional.

-¿Cómo surgen estas píldoras?

-De unos amigos "playos", de toda la vida de Cimavilla. Recordaban historias que quería confirmar y me las mandaron, casos verídicos que le pasaron a gente de folio o folio y pico de extensión. Me pareció guapo para sacarlo en la radio y así lo hice, locutaba esas historias en no más de 3 minutos, una pildorina, con Gijón del alma de sintonía. Pero sólo me enviaron 12 casos, para diez días.

-¿Y a partir de ahí?

-Me animé a seguir con mis propios recuerdos. Empiezas a recordar y la mente es impresionante, todavía me vienen a la cabeza historias perdidas. Las empecé a sacar. En un año 90 historias. No las dejé volar porque era una pena que se perdieran en un cajón y no salieran a la luz. Pero así solas están sosas y a mi marido, arquitecto que dibuja como los ángeles, le puse a hacer acuarelas para las historias de dentro. También incluyo las poesías, o sus ripios que digo yo, que mi abuelo escribía en las servilletas de los chigres. También dedicado a él.

-¿Abruma ver todo lo que ha vivido?

-Qué va, presta un montón. Son pequeños detalles que luego dices madre mía. Es increíble lo que se agiliza la memoria.

-¿Ha contado con ayuda?

-Además de los amigos "playos", preguntaba a mi madre, con 89 años, o mi tía con 93 años y una memoria estupenda. Hay pasajes de bombardeos en Gijon, el de Cervera, o el refugio al que iban hacia el Monte de Piedad. También de la vida musical de los años 60 en Gijón ,un capítulo dedicado a los hermanos Dorado porque mientras hacia el libro murió el último de ellos. Tengo dividido en capítulos. Barrios, hostelería?

-¿A qué lugar del que habla le gustaría volver?

-A las escaleras de Simago. Las escaleras mecánicas fueron un boom, tenía que subir y bajar, era como los caballitos para mí. Muy simpático.

-¿Y qué personaje de la calle se fue sin su entrevista?

-La Perala se fue sin entrevista y tuvo un final muy trágico, con el suicidio del hijo. Pero me hubiera gustado entrevistar a la Lola Flores de Gijón porque no conocía toda su vida. Estuvo en París, cantando con los más grandes y no hay una entrevista hecha en condiciones a esta mujer que todavía vive.

-Son historias del siglo XX. ¿Ha perdido Gijón esos rasgos, establecimientos y personajes que la hacían diferente?

-Ha cambiado todo, para bien muchas cosas y crecido mucho. De antes me gustaba que nos conocíamos todos, coincidíamos en los sitios, te conocías y éramos como una familia pero ahora no conoces a nadie. Ha crecido tanto la ciudad que la gente va a lo suyo, es más ciudad, antes era más pueblo, éramos menos y el concepto es nuevo. Esa esencia sí se ha perdido.

-Cada libro se encasilla en un estilo. ¿En cuál encaja el suyo?

-Es único. Pequeñas historias. Divertimento. Es un libro terapéutico, píldoras contra el alzhéimer.

-¿Las historias de Xixón son las mismas que las historias de Gijón?

-En Cimavilla se ha dicho Xixón toda la vida. Xixón y Gijón ye lo mismo.

-¿Qué personaje le falta a Gijón?

-Supongo que los habrá pero ya no vivo tanto la ciudad como antes, cuando era más pequeña.

-¿Le quedan píldoras?

-Mucha gente ya me pide otro libro, pero este me llevó mucho trabajo. Lo que no ha entrado está ahí, no lo tiras. Pero las cosas surgen aunque no las tengan en mente. Podría haber muchas más píldoras.

-¿Y qué recetaría a Gijón?

-Que tome las píldoras y que quien las lea y se acuerde de las suyas las escriba y las guarde en un cajón para no perder los recuerdos. Eso queda para tus nietos, es historia de Gijón, de tu vida y para los herederos es muy bueno.

-Mójese, por favor.

-Que sea cómoda, fácil y accesible. Sin grandes pretensiones pero que cuiden el medio ambiente. Y que se atienda a las necesidades sociales que hay, es la única forma de que funcione una ciudad.

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