"Lo que hay que hacer para tener una ciudad sostenible es cuidar el medio ambiente, no contaminar mucho y andar más en transporte publico o en bicicleta". Diego García es alumno del colegio San Lorenzo, tiene once años, y ayer fue uno de los 250 escolares que participaron en una gymkhana en el paseo del Muro para celebrar el "Día Mundial sin Coche". Una forma de concienciar a los más jóvenes, y también a sus familias, que también participaron en los diferentes juegos, de la importancia de reducir la contaminación utilizando menos el vehículo particular.

La gymkhana, que constaba de cinco pruebas, se enmarcaba en la Semana Europea de la Movilidad. Hubo diez grupos de 25 participantes, y al final todos ellos recibieron el "Pasaporte Verde", que les distinguió con la mención de "Experto en movilidad y cuidado del Medio Ambiente".

Los participantes tuvieron que superar cinco pruebas diferentes. Una de ellas consistía en un slalom de vehículos que simulaban un minicontenedor de reciclaje. En otra prueba tenían que buscar en un hinchable una serie de pistas para luego descifrar. Después tuvieron que afrontar la prueba titulada "Recambio de cámara". Y las dos últimas, que fueron las que más divirtieron a los niños. En una se simulaba el juego de hundir la flota. "La diferencia es que en vez de barcos se hacía con transporte sostenible como patines o bicicletas", indica Paula Aries, de diez años, y alumna también del San Lorenzo.

Aunque la prueba más curiosa, y de más aceptación para los más pequeños, que no le tienen miedo a la vergüenza, consistía en parar a viandantes para hacerles preguntas sobre el agua. A Naiara Bouzas, de siete años, alumna del San Vicente, le tocó preguntar por diferentes tipo de mamíferos y a su compañero Daniel Alonso, por los diferentes estados del agua. Otras cuestiones con las que pusieron a prueba a los adultos que paseaban por el principal arenal gijonés fueron nombrar tres actividades cotidianas en las que se utilizaba el agua, relatar las tres playas de la ciudad o saber el porcentaje de agua que tiene el cuerpo humano a una edad avanzada.

En la actividad tomaron parte 250 alumnos de seis colegios que se ubican en la franja del paseo del Muro: el San Lorenzo, San Vicente de Paúl, Codema, La Asunción, Clarín y Jovellanos. Siguiendo de cerca todo el desarrollo de la jornada estuvo la concejala de Educación, Ana Montserrat López, que se mostró satisfecha con la implicación y aprendizaje de los más pequeños. "Están concienciados, pero el problema es que tenemos que llegar a los padres también. De nada sirve que les guste andar en bici o entiendan su beneficio, si luego les llevan en coche a clase", indica.

Con motivo de la celebración del "Día Mundial sin Coche" se cerró al tráfico un tramo de la avenida del Muro, el que va desde Menéndez Pelayo a Domínguez Gil en sentido descendente. Una situación que aplaudieron los pequeños Diego García y Paula Aries, que reclaman menos coches en la ciudad y más carriles bici. "Vivo en la Avenida de la Constitución y uso mucho la bici para ir a hacer deporte al Santa Olaya, pero sería necesario algún carril bici más en la ciudad", comenta el primero. "En La Calzada, donde yo vivo, el problema que tenemos es que hay pocas zonas para bicis y para llegar a las que ya hay debemos usar la carretera", añade la segunda.

Los profesores también quedaron satisfechos con la experiencia. "Es una propuesta interesante, para que sepan participar, respetar turnos, y concienciarse con la movilidad", explica Beatriz Campo, profesora del San Lorenzo. Mientras que José García, maestro del San Vicente de Paul, destacó el hecho de "romper con la rutina, que entiendan la necesidad de contar con una ciudad sostenible y que vean con normalidad otros medios de transporte diferentes al coche".

Los niños fueron los protagonistas de la jornada, aunque los adultos también se atrevieron, para dar ejemplo, a competir en otra gymkhana posterior en el mismo espacio. Pero todos ellos lo hicieron con el mismo objetivo: hacer de Gijón una ciudad más cuidada y sostenible.