Además de haber finalizado el Bachillerato con una nota media de 10, María Orviz García, inmersa en su primer año de Medicina, también destaca por su compañerismo, respeto y disposición. Un expediente, académico y personal, que le han hecho merecedora del premio "Aurelio Menéndez-Mercedes García Quintana", que otorga el Instituto Jovellanos al alumno distinguido del último curso. Un premio que en sus nueve ediciones han logrado ocho alumnas.

"Es una grata sorpresa porque he tenido compañeros muy buenos que se lo merecían tanto como yo", señaló la premiada al recoger el galardón de manos de Pablo Menéndez, hijo de Aurelio Mercedes, y de la directora María Milagros Madiedo Hontañón, ayer en el acto inaugural que supuso el inicio oficial de este curso. Y en medio de una ovación de familiares, compañeros, profesores y demás estudiantes. "Cada vez que recorría el pasillo de la primera planta, y veía las fotos de los que habían ganado este premio otros años, pensaba, supongo que como muchos de vosotros, en esta ahí ocupando un sitio", reveló María Orviz.

"Lo mejor es saber planificarse, ser constante en lo que haces pero dedicándote siempre a lo que te gusta", receta esta discípula jovellanista -también fue alumna del colegio Jovellanos- que regresa con una enorme gratitud al instituto que hasta el junio pasado fue su casa. Un centro del que está "muy orgullosa" de haber pertenecido y donde ha pasado "muchas horas" y al que brinda su gratitud por enseñarle, a ella y a sus homólogos, a "creer en nosotros mismos y en nuestras capacidades". Sin duda, María Orviz ha sabido compaginar su éxito académico, donde también adquirió nociones de piano y música, con un crecimiento personal en interactuación con sus compañeros, en viajes de estudios, excursiones, festivales y también en los recreos. Por todo ello se considera "buena compañera". Una apreciación que confirmó en su turno de palabra Milagros Madiedo al glosar de forma muy cariñosa la figura de Orviz. "Es excelente como alumna y como persona", aseguró.

También recibió palabras de su tutor el año pasado, Juan Carlos Valdés González quien le transmitió en una pequeña semblanza la fuerza de la voluntad parafraseando a Albert Einstein, que acuñó en su día que "hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad". Valdés González rompió una lanza a favor de la generación de María Orviz puesto que en ocasiones "no se es justo" con los jóvenes de hoy día al minimizar la exigencia y conocimientos que afrontan en su etapa educativa. "Hacen muchas más cosas de las que hacíamos antes. Ellos, además de estudiar, hacen deporte, aprenden idiomas, tocan algún instrumento. Cosas que nosotros no hacíamos", elogió.

Consciente de que ante ella se sentaban en el salón de actos quienes este curso intentarán recibir este premio, dotado con 2.000 euros y un diploma, les mandó un mensaje de ánimo emitido ya desde su estancia en la Universidad. "Aunque a veces lo veáis todo muy negro no os podéis desanimar pero, por encima de todo, no dejéis de disfrutar", recomendó tras reconocer también el apoyo incondicional de sus progenitores y a sus amigos.

Acto seguido el profesor de la Universidad de Oviedo, Marco de la Rasilla Vives impartió la conferencia "Los neandertales y la cueva de El Sidrón" como cierre del acto académico con que se inició el curso.