El dramaturgo, director de escena, actor y productor asturiano Jorge Moreno se reencontró ayer con "la patria más chica de la que alguien pueda presumir". Regresó al barrio de su niñez, a Pumarín, para pregonar sus fiestas de San Miguel, que ayer dieron comienzo con música de orquesta y mucho ambiente.
Ante sus vecinos comenzó a recordar sus vivencias y sus sueños no sin antes delimitar su barrio, el mundo de su niñez en que "crecimos, aprendimos a caminar, a amar e incluso a soñar". Cuatro puntos cardinales limitaba el universo de Jorge Moreno. La avenida Fernández Ladreda (ahora Constitución) al oeste, la calle Juan Alvargonzález al norte, la carretera Carbonera al este, la calle Velázquez (antes con el "difuso nombre" de Ronda Intermedia) al sur: "Un microcosmos, Pumarín, que servía de estímulo para una infancia siempre demasiado corta, redescubriendo los últimos descampados de una ciudad que culminaba su expansión".
Y como el tiempo pasa Jorge Moreno asumió que Pumarín "mucho ha cambiado desde entonces". Recordó el extinto cine que hasta mediados de los ochenta llevó el nombre de la zona, las calles sin asfaltar, las caserías y cuadras que existían como "último vestigio del Gijón castizo", y los manzanos ya desaparecidos. A estos últimos los señaló como el territorio que la propia Roma dedicó a la diosa Pomona, protectora de los árboles frutales. Todo ello como argumento de que Pumarín "siempre ha tenido algo divino". No obstante, de aquellos tiempos de juegos, su barrio mantiene la idiosincrasia pasada de ser "tierra de promesas encontradas, de sincera camaradería y luciendo el capital más importante del que puede disponer pueblo alguno como es el capital humano".
Al epílogo de ¡viva San Miguel! y ¡viva Pumarín" le precedió un mensaje de ánimo a sus convecinos, que siempre afrontan "el impredecible porvenir con la gallardía del que se sabe curtido por los años, con la ilusión y la esperanza de un niño".
La programación festiva con motivo de la onomástica continúa hoy sábado y arrancará a las doce del mediodía con juegos infantiles -que se suman a la oferta de atracciones existentes-, seguido de una paella popular y sesión de zumba protagonizada por el grupo de la Asociación de Vecinos por la tarde en el prau de la fiesta, entre las calles Severo Ochoa y Murcia. La noche llevará la música de la orquesta "Versión original". El domingo se procederá a la entrega del bollu, habrá numerosas actividades musicales para todos los públicos como el Grupo Folclórico Asturiano o "La Guasa de Pumarín", un grupo de baile de la Agrupación Artística Gijonesa. No faltarán en la jornada dominical los juegos infantiles y el broche final lo pondrán los integrantes de la orquesta "Assia" a las nueve de la noche.
Pero San Miguel no sólo se celebra allí. Los vecinos de Serín honrarán al mismo patrón este domingo con una misa procesión a las 12.00 horas en la iglesia parroquial. La Asociación de Vecinos y Amigos "San Miguel" contará con la colaboración del Club Xente Xoven para que, con las aportaciones gastronómicas que hagan los vecinos, como es costumbre desde ediciones pasadas, se organice una comida de confraternidad en el salón parroquial.
