Frente al mar, de blanco y en la arena. No era el Mediterráneo sino el Cantábrico, pero los gijoneses José Miguel Diego (48 años) e Inmaculada Amandi (49) se dieron ayer el gusto de contraer matrimonio con una boda ibicenca en la playa de San Lorenzo, la primera de estas características que se celebra en Gijón.

Era el sueño de la novia para sus segundas nupcias ya que en las primeras no pudo ser, y el novio no puso mayores reparos. "Yo con tal de casarme me da igual la forma", aseguraba ayer horas antes del enlace. Para ello tuvieron que pedir permiso a Costas ya el pasado mes de enero, y enviar dos veces la documentación necesaria hasta que obtuvieron el permiso.

No pudieron colocar pérgolas ni lámparas; tan sólo una pequeña estructura desmontable de madera que la novia se encargó de diseñar y decorar. Pero fue suficiente para sellar su amor frente al mar, en la Escalera 14, ante la mirada de una decena de amigos y familiares que, como mandan los cánones de Ibiza, acudieron vestidos de blanco.