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La tolva encargada por Ebhisa eliminará la emisión de polvo al descargar graneles

El gijonés Taller Silva, uno de los principales fabricantes de equipos ecológicos del mundo, tiene otros seis pedidos para Inglaterra y Kenia

Una tolva convencional (izquierda) y una ecológica, en plena descarga.

Después de haber suministrado una treintena de tolvas ecológicas a terminales portuarias de once países en los cinco continentes, Taller Mecánico Manuel Silva va a fabricar la primera instalación de este tipo para el puerto de El Musel. Se trata de la tolva ecológica sobre una estructura porticada que le acaba de encargar la terminal de graneles sólidos del Puerto gijonés, Ebhisa. Un equipamiento que eliminará las emisiones de polvo durante la descarga de los graneles, uno de los factores que influyen en la contaminación por la actividad portuaria. La tolva dará servicio a la nueva grúa automóvil sobre railes, de la marca Gottwald-Terex, que también acaba de encargar Ebhisa.

Una tolva convencional es, en síntesis, un embudo gigante sin más. En cambio, en las que se ha especializado Taller Manuel Silva, son equipos tecnológicos mucho más complejos y más caros, pero sobre todo limpios. Como botón de muestra, en la tolva que se construirá para Ebhisa se emplearán unos 5 kilómetros de cableado y, mediante varios ordenadores industriales y sensores, transmitirá información sobre sus distintos parámetros de funcionamiento, a la terminal granelera, al gruísta que descarga en la tolva y a la sede de Talleres Silva, para controlar que todo funciona correctamente y alertar de cualquier incidencia (niveles de carga de la tolva, de polvo, grado de limpieza de los filtros y alineamiento entre las cintas internas de la tolva y las de la terminal).

La tolva para Ebhisa tendrá 24 metros de altura, por 16 de ancho y 22 de fondo (al ir montada sobre los mismos railes que los pórticos de la terminal). Con sus 300 toneladas de peso, será la mayor de las tolvas construidas hasta la fecha por la factoría gijonesa, en peso y volumen, aunque similar en capacidad de aspiración de polvo que las que la empresa gijonesa ha realizado para puertos británicos o brasileños, entre otros.

El sistema para atrapar el polvo, desarrollado y patentado por Taller Mecánico Manuel Silva, tiene varios componentes clave. Por un lado, la cuchara de la grúa descargará a unos 20 metros de altura, con cuatro metros de estructura de la tolva rodeándola. A esta barrera se une una cortina de chorros de aire que impide la salida del polvo. Otros de los elementos son los filtros de mangas que aspiran el polvo -con una capacidad de aspiración de más de medio millón de metros cúbicos de aire por hora- y lo envían con el resto del material, expulsando hacia el exterior aire limpio. Además, la boca de la tolva está franqueada por unas gomas que se abren por gravedad, cuando se descarga el granel sobre ellas, y que luego se cierran automáticamente, impidiendo la salida de polvo hacia el exterior (sistema denominado flex-flap).

El sistema ya ha sido probado con éxito en terminales que manejan graneles mucho más volátiles que el carbón o el mineral de hierro. Es el caso de la descarga de pelets (serrín prensado) en terminales portuarias del Reino Unido, donde Taller Manuel Silva ya ha entregado varias tolvas y tiene actualmente en cartera otras dos, en construcción para el puerto de Tyne (Newcastle). También con la descarga de clínker y cemento, como fue el caso de las primeras unidades que construyó en 1997 para el puerto de Tenerife o uno de los pedidos de cuatro tolvas que ahora tiene en construcción para la descarga de clínker y carbón en Mombasa (Kenia). Una de las peculiaridades de la nueva tolva de Ebhisa es que estará preparada para depositar el material sobre alguna de las tres cintas de la terminal. Lo hará mediante cintas de la propia tolva, en dos niveles distintos, el primero para recoger el mineral y el segundo para distribuirlo por las cintas del muelle. En los pasos de unas cintas a otras, también habrá filtros para capturar el polvo que se levante.

La fabricación de tolvas ecológicas ha relegado a un segundo plano a las actividades fabriles que hace años eran las principales de Taller Mecánico Manuel Silva, como la construcción de cisternas sobre camión y de cucharas para grúas. La empresa sigue con esas líneas de negocio, pero la principal es la de las tolvas ecológicas, producto del que se ha convertido en uno de los dos principales referentes a nivel mundial.

Sus primeros pasos en este sector los dio en 1997 con dos unidades para empresas cementeras en Tenerife. La apuesta estratégica por este producto la redobló después de que la UE emitiera directivas entre 2002 y 2004 que obligan a los puertos europeos a adoptar medidas anticontaminación.

En 2008 acometió completó una importante inversión, construyendo 5.200 metros de naves en terrenos portuarios precisamente para la fabricación de las tolvas. Una inversión que le pilló con el pie cambiado en plena crisis económica. El esfuerzo tecnológico que había realizado y la búsqueda de nuevos mercados dieron sus frutos después de que en 2010 la empresa expusiera ponencias sobre la mejora medioambiental con sus equipos, en sendos actos organizados por la Asociación Internacional de Terminales Portuarias de Graneles Sólidos. Algo que añadido a una alianza estratégica con el fabricante de grúas portuarias Gottwald, le permitió conseguir en 2011 su primer contrato con Inglaterra. Su alianza con Gottwald-Terex (cuya división de grúas portuarias va a ser vendida a la finlandesa Konecranes el próximo 1 de enero), le permitió también suministrar tolvas para la descarga de fertilizantes en un puerto brasileño de la multinacional noruega Yara.

Pantalla en Aboño

La eliminación de polvo en las descargas de graneles es sólo una de la líneas de actuación medioambientales de Ebhisa, que va a licitar la construcción de una barrera de 300 metros de largo por 11 de alto en la explanada de Aboño (y no junto a su muelle, como ayer se informó por error), a continuación de la barrera que ya está construyendo la Autoridad Portuaria en la misma explanada, en este caso junto a la concesión de Lissan Coal Company para el acopio y cribado de carbones.

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