La osteoartritis, también llamada enfermedad degenerativa de las articulaciones u osteoartritis, es la forma más común de artritis y se produce cuando el cartílago de las articulaciones se desgasta. La artrosis puede afectar a cualquier cartílago, pero las partes más altas de riesgo son las articulaciones de manos, cadera, rodillas, columna cervical y lumbar. Por el momento, la osteoartritis empeora gradualmente y no se puede curar, pero algunos tratamientos ayudan a aliviar el dolor y controlar los síntomas.

La osteoartritis es una enfermedad degenerativa que empeora con el tiempo. Los factores que causan la artrosis en la mayoría de los casos no están claros, pero se supone que hay una combinación de varios elementos, incluyendo el proceso de envejecimiento, la presencia de secuelas de lesiones articulares, la herencia, la debilidad muscular o la obesidad.

El dolor y la rigidez pueden llegar a ser tan graves como para que sea difícil, si no imposible, llevar a cabo las actividades diarias normales.

Algunas personas llegan al punto de no ser capaces de trabajar. En estos casos, la cirugía generalmente se recomienda para el reemplazo de las articulaciones (prótesis). El examen físico y los rayos X son suficientes para el diagnóstico. Unos de los tratamientos que ayudan a limitar los dolores debidos a esta patología es la ozonoterapia. La fuerte acción antiinflamatoria de la mezcla de oxígeno-ozono ha determinado su uso también en el interno de las articulaciones, inicialmente en la articulación de la rodilla, incluso en la cadera, tanto dentro de la articulación como en su proximidad inmediata (infiltración periarticular). Es un tratamiento con pocas contraindicaciones y sin algún efecto secundario. Expertos en este campo, como el doctor Beltrami, examinarán al paciente y decidirán si procede aplicar este tipo de terapia en cada caso (no siempre existe la indicación para aplicar la terapia). Hoy por hoy la terapia es aplicada en muchos países y varias son las asociaciones médicas relacionadas con esta terapia. Este especialista trau­matólogo con clínica propia en Gijón la aplica desde hace 16 años.