Entre la preocupación y la incertidumbre. Así están ahora mismo los vecinos de Inuesa, en Lloreda (Tremañes) a los que el anuncio del gobierno de Carmen Moriyón de un nuevo cambio en las bases de la convocatoria de ayudas para los denominados barrios degradados les ha pillado a mitad de camino. Ante la singularidad de su caso, los responsables de la comisión de vivienda del barrio se han puesto en marcha para conseguir información concreta. Ahora mismo hay una convocatoria de reunión de jefes de portal para este lunes. Justo el día antes de la sesión de la Junta de Gobierno en la que, según el anuncio realizado hace unos días por la propia Alcaldesa, está previsto dar luz verde a las nuevas bases. Ya con las bases aprobadas, los vecinos de Inuesa quieren que, igual que se hizo en su momento para explicarles la actual fórmula de acceso a las ayudas, vengan las autoridades del Ayuntamiento a explicarles el cambio y la afectación concreta sobre cada una de las fases del proyecto. "Y con la información dada en una asamblea a los vecinos, se decidirá", concretaba ayer un portavoz de la comisión.

La propuesta que ahora maneja Foro es un sistema mixto entre la fórmula seguida en la calle Francisco Eiriz de Jove y la que está ahora mismo en marcha en Inuesa. En el primer caso todo el proceso estaba en manos de los vecinos que recibían la subvención repartida en cinco anualidades. En Tremañes la responsabilidad de la gestión es del Ayuntamiento de principio a fin y al vecino se le entrega la reforma como una subvención en especie en dos años. La repercusión en las economías familiares de pagos tan altos en un periodo de tiempo más corto -tanto en los pagos a Hacienda como en el acceso a prestaciones sociales- es lo que generó un movimiento vecinal de reproches y el cambio de criterio del Ayuntamiento.

La nueva idea es que el Ayuntamiento siga gestionando la selección del diseño de la reforma y la empresa adjudicataria pero sean los vecinos quienes firmen el contrato directamente con la constructora. Ese cambio permite subvenciones en cinco anualidades. En nada afecta el cambio a Jove, con la rehabilitación ya terminadas y otras batallas en marcha, y hay margen suficiente para los proyectos de Portuarios, Contrueces, Monteana y Roces porque la tramitación todavía está en las primeras etapas.

Las dudas están en Inuesa con un proyecto global que afecta a 224 viviendas distribuidas en 28 portales con 8 viviendas por portal. Ante el volumen de los trabajos, con un coste establecido en un primer momento de 9 millones de euros, se optó por dividir la obra en cuatro fases. Ahora mismo está a semanas de rematarse la primera fase contratada a Dragados con un plazo de 8 meses. Inuesa estrenó en su momento el sistema del pago en dos años y a él se vincularon los planes para las 224 viviendas.

Con el cambio anunciado por Moriyón llega la incertidumbre sobre quienes se verán afectados por el cambio de sistema y si ello conllevará una paralización en la puesta en marcha de las siguientes fases de obra.