La titular del juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Gijón ha dado la custodia de un menor a su padre, a quien su pareja había denunciado en Comisaría por supuestos malos tratos. La demandante había solicitado en octubre de 2015 a este mismo juzgado una orden de alejamiento que le fue denegada, al existir serias dudas sobre la veracidad de los hechos denunciados, lo que llevó incluso a la fiscalía a oponerse a la protección.
El 25 de noviembre de 2015, la abogada del padre, Laia Duart Álvarez de Cienfuegos, presentó demanda de juicio verbal sobre guardia y custodia y alimentos contra la madre, a través de la cual se solicitaba al juzgado que se acordaran una serie de medidas relativas a la guardia y custodia, régimen de visitas y pensión alimenticia del hijo de la pareja, que contaba entonces con un año de edad. Cinco días después, era la mujer la que presentaba en el juzgado idéntica demanda contra el padre de su hijo, al que llegó a acusar de haberle propinado una patada en la barriga cuando estaba embarazada.
Con anterioridad se había dictado un auto, el 28 de octubre de 2015, en donde, con carácter cautelar y tras rechazarse la orden de alejamiento, se atribuía al padre la guarda y custodia del menor, estableciéndose un régimen de visitas restrictivo para la madre de tres tardes a la semana con entregas y recogidas del menor en el Punto de Encuentro Familiar.
El informe de la psicóloga del juzgado y la opinión de los responsables del Punto de Encuentro resultaron claves para que la juez tomara esta decisión, que ya en su día fue duramente cuestionada por asociaciones y colectivos feministas de Gijón. La titular de Violencia sobre la Mujer considera el citado informe "claro y meridiano", según apunta en la sentencia dada a conocer ayer a las partes, para ratificar la decisión anterior de que la custodia recayera en el padre. Ese informe relataba que la exploración realizada al hombre "apuntan a anormalidad intelectual, ausencia de psicopatología activa y competencia parental para el cuidado del menor". El informe relativo a la mujer señalaba, sin embargo, la existencia de "fragilidad del plan de custodia, ligado a apoyos institucionales y condiciones de vulnerabilidad personales y familiares". El menor reside en la actualidad con su padre y abuelos paternos, "en unas condiciones familiares y sociales normalizadas y un contacto estimulante y lúdico entre padre e hijo", como constató la psicóloga en su informe.
La juez ha sentenciado que el niño siga con su padre, aunque ha ampliado el régimen de visitas a la madre, sin concederle la pernocta. La mujer, que estuvo residiendo un tiempo en la Casa Malva se encuentra ahora en un piso tutelado. Contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, dentro del plazo de veinte días.
