Sólo 56 de las 215 propuestas valoradas dentro del proyecto de presupuestos participativos han pasado el filtro de la evaluación técnica. Unas y otras -aceptadas y rechazadas- fueron expuestas ayer con carácter informativo a los componentes de los seis consejos de distrito de la ciudad. Paso previo a su presentación en la mesa de presupuestos participativos, que está convocada para mañana, y a su votación por los ciudadanos en las próximas semanas El sistema de presupuestos participativos es una innovación de cara a 2017 en el diseño de las cuentas del Ayuntamiento. Miembros de los consejos de distritos y los consejos sectoriales, por un lado, y colectivos y ciudadanos anónimos a través de una plataforma en la web municipal, por otro, han podido plantear sus ideas en materia inversora. El Ayuntamiento había reservado para ejecutar esas sugerencias unos seis millones de euros. Las iniciativas que han pasado el filtro de los técnicos municipales -viabilidad económica, técnica y competencial- suman 6.541.131 euros. La decisión final la tendrán los gijoneses en una votación doble: por la web municipal y en urnas a instalar en los centros integrados de la ciudad.
Entre las propuestas aceptadas -56 numéricamente pero donde se incluyen acciones repetidas tanto en los propios presupuestos participativos como en los presupuestos específicos de los consejos de distrito- las hay de envergadura económica muy diversa. ¿Dónde se encuentran las mayores cuantías? La cifra más grande son los 900.000 euros en que se estima la ampliación de la pasarela de Lloreda, demoliendo la actual y construyendo un nuevo puente. Esta propuesta fue pedida por las asociaciones de vecinos Bareza-Lloreda y Evaristo Valle de Tremañes.
En 600.000 euros se fija el coste de una pasarela sobre la ronda, que se incluye dentro de un amplio paquete de actuaciones para mejorar los accesos a Nuevo Roces. La mayoría de esas acciones son rechazadas por el Ayuntamiento con la justificación de que están pendientes estudios específicos y un plan de movilidad para toda la ciudad. Otros 600.000 euros son el coste estimado de la pavimentación de caminos que pide Cabueñes. Para mejorar los accesos al centro de educación especial de Cabueñes se necesitan 203.000 euros y algo más de medio millón de euros - tras sumar dos proyectos distintos por cuantías de 120.000 y 425.000 euros pero que confluyen en un mismo ámbito- se irían a mejorar el asfaltado de una parte de la avenida de Juan Carlos I.
La idea de ampliar el alumbrado del barrio de La Arena hasta Pablo Iglesias se estima en 400.000 euros y otros tantos son el coste de la cubierta de la pista polideportiva en el parque de Teresa González, en Tremañes. Y en algo más de 300.000 euros se cuantifica, por un lado, el coste de las obras vinculadas a la rehabilitación del polideportivo municipal de Portuarios y, por otro, el asfaltado de los viales sugeridos en San Andrés de La Pedrera.
Unos 200.000 euros sobre un coste total de 750.000 euros es la inversión sugerida para el año que viene de cara a mejorar la pista de La Algodonera, una propuesta del Club Patín Solimar a través de la plataforma de participación. A instalaciones deportivas en la zona oeste también se irían otros 250.000 euros para empezar unas actuaciones en el complejo de Mata Jove que tendrían un coste global de 750.000 euros. La Empresa Municipal de la Vivienda, por otro lado, calcula en 280.000 euros la cuantía de comprar cuatro viviendas para dedicar a situaciones de emergencia
En 150.000 euros se estima la mejora en la accesibilidad de Cimadevilla con una actuación de semipeatonalización de la calle Eladio Verde entre la plaza Periodista Arturo Arias y la calle Emilio Muniz "El Negro". Pero a ese dinero habría que sumar otros 310.000 euros pedidos para acondicionar la subida al Cerro como se solicitaba desde el consejo de discapacidad. En total, unos 460.000 euros para ese tipo de proyectos en el barrio Alto.
Un no han recibido otras 215 sugerencias de lo más variado. El rechazo viene dado en muchas ocasiones por el hecho de que la propuesta se escapa del ámbito de las competencias del Ayuntamiento -como mejorar la Laboral, construir centros de salud o impulsar unas piscinas flotantes en la playa de San Lorenzo- o porque no tienen la calificación de inversiones, como se establecía en la propuesta municipal de partida. La falta de competencia municipal también es el aval del no a ampliar la zona seca de la playa de San Lorenzo en las escaleras 12, 13 y 14 o actuar sobre la avenida del Príncipe de Asturias.
También hay otras justificaciones. Por ejemplo, muchas de las peticiones que tienen que ver con actuaciones en comunicaciones -caso de ideas en favor de los accesos a Nuevo Roces- se dejan a la espera de que se concrete el plan de movilidad que ahora mismo está en tramitación o de estudios más específicos sobre la zona. Dificultades técnicas son el argumento para rechazar la compra de autobuses eléctricos y la senda verde desde la playa del Arbeyal a Carreño, por poner unos ejemplos.
Y por falta un espacio idóneo se da carpetazo a la construcción de un cementerio para mascotas, de una escuela infantil en El Llano y de un centro municipal integrado, un polideportivo y un piscina municipal en la zona centro. Una singularidad. Se dice no a la petición de la asociación de vecinos Jovellanos de crear una escuela de 0 a 3 años en la zona centro porque se adelanta que ya hay una reserva de dos millones de euros en el presupuesto para ese equipamiento en el antiguo colegio Cabrales.
También hay rechazos que se justifican por el carácter genérico de la propuesta presentada, Algo que se deja ver especialmente en las contestaciones de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa).
Hasta aquí el nombre y apellido de las propuestas ciudadanas que han dado vida a los presupuestos participativos. Nada que afear sobre ellas desde el movimiento vecinal organizado que, sin embargo, se muestra especialmente crítico con el sistema de trabajo del gobierno local. Los representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV), y así lo transmitirán en la reunión de mañana, quieren simplificar el sistema de votación y, sobre todo, recuperar los plazos pactados en su momento y que fueron acortados de manera unilateral por el Ayuntamiento.
Entiende el colectivo vecinal que no tiene sentido plantear un sistema de votación - y menos cuando las propuestas aceptadas se ajustan al presupuesto establecido- que promueve tanto el voto a favor como el voto en contra y exige unos apoyos mínimos en proporción a la cuantía de la inversión. Todo ello para una previsión de unos 1.500 votantes en la suma de plataforma y voto en urna. La primera a desarrollar entre el 10 y el 18 de este mes, cuando el pacto inicial era que se prolongará hasta final de octubre para garantizar más participación.
