Aprovechar las partidas económicas no agotadas para mantener una línea abierta de financiación de proyectos en cada distrito a lo largo de 2017 fue la propuesta que ayer llevaron los vecinos a los consejos de distrito, dentro del debate de sus presupuestos específicos. Estos presupuestos -independientes de los denominados participativos- garantizan 333.000 euros en inversiones municipales en cada uno de los seis territorios. Pero no en todos se alcanza esa cifra tras la evaluación municipal sobre las propuestas iniciales, y los vecinos no quieren que ese dinero se pierda en los vericuetos del presupuesto general del Ayuntamiento de Gijón.

Al distrito Este, por ejemplo, se le aceptan cinco actuaciones por una cuantía de 206.800 euros: reparación de fuentes ornamentales en el Parque Fluvial, vallas protectoras en el cruce de Viesques, radar de control de velocidad en Ramón y Cajal, pasos de cebra elevados y el arreglo de la calle Marqués de Urquijo. En 221.000 euros se queda el Distrito Sur con un circuito de bici extrema, un carril bici, mejoras medioambientales, la remodelación de un parque infantil en Montevil y zonas de juegos para mayores en la calle Monsacro.

Sobrepasan la partida inicial los demás distritos, lo que les obligan a plantear sus prioridades ante el Ayuntamiento. En el distrito Rural se aceptan cinco proyectos de pavimentaciones y el Oeste se asume una actuación sobre una parcela de la avenida del Lauredal, mejoras en el alumbrado de Pescadores, los accesos de Tremañes, los juegos infantiles del parque "Atalía" , el apantallamiento de la zona verde de Moreda y el asfaltado del camino de Bareza.

Visto bueno inicial en el Centro a la eliminación de un desnivel en el Náutico, la limpieza de la fachada del Antiguo Instituto, una actuación entre Rufo Rendueles y Ezcurdia y mejoras en calles de Laviada y Cimadevilla y, para El Llano, dos propuestas favorables: la mejora del patio y los accesos de La Escuelona y el cambio de alcantarillado en parte de la calle Río de Oro.