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Las 10.000 cartas de Lovecraft

Roberto García señala en su biografría sobre el autor americano que "era muy sociable y un obseso de la escritura"

Roberto García y Rodolfo Martínez, con el libro sobre Lovecraft, en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. JUAN PLAZA

En contra de lo que se dice, Howard Philips Lovecraft, icono de la literatura fantástico y de terror, no fue una persona solitaria, misógina o aislada de la sociedad. Así lo señala en su biografía sobre el autor americano el abogado, psicólogo y escritor Roberto García Álvarez, que ayer presentó su segundo libro sobre Lovecraft en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

En su trabajo ofrece "datos muy asombrosos y se desmontan algunos mitos y leyendas", destacó ayer Roberto García, que recordó que "si se comenta su nombre inmediatamente se dirá que era un tío raro y solitario, una especie de misógino, aislado, y una persona rara". Por eso señaló que en este trabajo, el segundo que realiza sobre su figura, ya que el primera lo hizo más bien como una guía acerca de su vida y obra, el objetivo es descubrir historias curiosas. "Una de ellas es que era una persona muy sociable, y obseso del género epistolar, al que ya se le han contando 10.000 cartas escritas", resaltó García.

También en su obra intenta contar otras anécdotas y dibujar la figura de este escritor nacido en 1890 y fallecido en 1937, que escribió un par de novelas y sesenta relatos, entre ellos "Aire frío", "La ciudad sin nombre", "El horror de Dunwich" o "El montículo".

"Era una persona que, para estar aislado, se pasaba viajando la mayor parte del año. Y aunque se le ha pintado como muy amargado y pesimista, en realidad nunca lo fue", comentó el autor de su biografía antes de afirmar que "el libro buscaba una especie de justicia con el personaje".

Roberto García descubrió cuando tenía trece años a Lovecraft por medio de un videojuego de ordenador, que se enteró que se basaba en una de sus obras en la que había creado "un mundo imaginario sorprende y apabullante, y que tenía una atmósfera que lo hacía diferente", indicó.

En el acto de ayer del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón también intervino el escritor Rodolfo Martínez, que destacó sobre Lovecraft que "era un conversador superameno, pero también un materialista". Además subrayó sobre la obra de Roberto García que "es muy amena y fácil de leer" y añadió que "rompe muchos mitos".

Roberto García concluyó su visión sobre el escritor americano destacando que "a él mismo se llamaba un don nadie, pero desde su casa, sin mayores medios, logró crear una obra muy buena, puntera y destacadísima en toda la segunda mitad del siglo XX".

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