La lonja de Gijón concluyó el pasado miércoles la temporada de bonito de este año mejorando el volumen de capturas, de facturación y de precio medio respecto a la costera de 2015, a pesar de que el año pasado la temporada se prolongó durante cuatro días más que este año. En 2015 se ruló el último bonito en El Musel el 9 de octubre, mientras que este año la autoridad pesquera nacional decretó por primera vez el cierre forzoso de la campaña el día 5, por el agotamiento del cupo de bonito, algo que según fuentes del sector tuvo que ver con el aumento de capturas de bonito canario, más que el del Cantábrico.

Este año se subastaron 624.350 kilos de bonito en la rula gijonesa frente a los 595.900 kilos de 2015. En facturación, se pasó de los 2.584.950 euros de la temporada pasada a los 2.831.500 de este año. Esto es, se descargaron con menos días de costera 28.450 kilogramos más y se facturaron 246.600 euros más que el año precedente.

El precio medio también mejoró, debido a la mejor cotización de los bonitos de gran tamaño; 387.000 kilos esta temporada que se pagaron a un precio medio de 5 euros; 39 céntimos más que el precio medio de los 396.750 kilos de túnidos grandes descargados en 2015. El precio máximo alcanzado en la lonja de El Musel fue de 12,95 euros el kilo este año.

En cuanto a los bonitos pequeños, el precio medio se mantuvo igual, en 2,49 euros en ambas temporadas, si bien las capturas fueron ligeramente superiores el año pasado con 33.200 kilos de bonitos pequeños por 32.950 de este año.

Respecto a los túnidos de tamaño medio, el precio medio fue de 4 euros, cinco céntimos menos que el alcanzado en 2015. Por contra, este año subieron las capturas de peces con este tamaño, que llegaron a los 204.400 kilos frente a los 165.950 del año anterior.

Los buenos datos de la costera en la rula de Gijón contrastan con el descenso de las ventas en la de Avilés. El motivo se debe a que esta temporada no ha sido positiva para los barcos que pescan con cacea, mientras que los que usan cebo vivo, el tanqueo, han tenido mayor suerte al concentrarse los bancos de atunes cerca de la costa, donde faenan los pesqueros de tanqueo.