El cementerio municipal de Deva está a punto de ver culminada la ampliación más importante que estas instalaciones afrontan desde hace una década. La constructora que antes del verano resultó adjudicataria del concurso público impulsado por Cegisa -la empresa mixta que gestiona la red de cementerios municipales- tiene previsto tener concluidas a finales de este mes las obras que permitirán habilitar 392 nuevos nichos y 62 urnas. El objetivo es que todo esté listo para la celebración de Todos los Santos el 1 de noviembre. Y los plazos se están cumpliendo.

La empresa Orizontia, con sede en varias ciudades españolas, ha empezado ya el montaje de las lápidas. Esta semana los obreros de la firma trabajarán en habilitar los últimos nichos con los que se complementa el proyecto. Los operarios dedicarán los últimos días del mes a adecentar la ampliación de la calle en la que se sitúan las nuevas unidades de enterramiento. "Nos queda acabar con dos niveles de nichos y si la meteorología nos permite seguir a buen ritmo tendremos todo preparado para finales de mes", explica el jefe de obra desplazado a Gijón, Carlos Sanz, haciendo hincapié en que la culminación de las obras antes del 1 de noviembre supone la entrega de los trabajos un mes antes del plazo límite que establecía el contrato de adjudicación de las obras. Allí se había fijado un plazo de ejecución de cuatro meses que no se cumpliría hasta diciembre.

El cementerio municipal de Deva se inauguró en noviembre de 2009 con espacio para 3.000 enterramientos, pero con capacidad para llegar a los 43.000 con el paso de los años y según las necesidades de Gijón. Unas necesidades que ya se empiezan a notar y que ahora obligan a una ampliación que se están desarrollando en la zona este del cementerio. La parcela sobre la que se está actuando, con una extensión de más de 1.000 metros, estaba sin edificar hasta la fecha aunque ya era propiedad de Cegisa, la empresa mixta que gestiona los cementerios municipales de la ciudad. La calle 6, la que actualmente se está ampliando, fue la última en construirse. Las obras para adecuar esta zona se iniciaron en 2005 con el objetivo de dar cabida a 200 nuevas urnas. Al año siguiente ya fue necesario realizar una ampliación parcial. El proyecto de construcción actual liderado por Orizontia ha contado con un presupuesto de más de 160.000 euros.