I. PELAEZ

Las Comunidades de Cristianos de Base de Gijón arremetieron ayer contra el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, a causa del contenido de un reciente escrito pastoral del prelado acerca de la beatificación de los cuatro mártires de Nembra. Los cristianos de base gijoneses acusan a Sanz Montes de distinguir entre "muertos de primera y segunda categoría". La frase que motiva el rechazo de las comunidades de base es aquella en la que el Arzobispo afirma que "se podrán escribir panfletos, rodar películas, vociferar en tertulias y dictar leyes que reabren las heridas, pero todo eso caduca con el implacable paso de los días cuando lo que se dice, se escribe o se filma no hace las cuentas con la verdad".

Desde este colectivo local cristiano se recuerda al titular de la diócesis que, pese a no mencionar explícitamente a los colectivos por la recuperación de la Memoria Histórica, es "muy legítimo el deseo de identificar y honrar a los muchos mártires y asesinados del bando republicano" porque "todos son hijos de Dios y sólo Dios, no un tribunal eclesiástico, conoce los méritos de cada uno. No hay muertos de primera y segunda categoría".

A juicio de este colectivo, Sanz Montes "tiene un interés especial en ignorar y silenciar el contexto y las circunstancias de la persecución anticlerical de la guerra civil porque su explicación mostraría a las claras la responsabilidad del episcopado en la provocación de ese tipo de violencia ciega y brutal que a veces produce también víctimas inocentes como parece ser el caso de los mártires de Nembra. Lo que el obispo Sanz no quiso decir es que el furor anticlerical de las masas españolas era una reacción y una respuesta a la política tradicional del episcopado de este país".