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El Principado exige a Arcelor un estudio ambiental del proyecto de las baterías

La multinacional prevé tramitarlo a la par que hace la obra, para lo que ya va a solicitar al Ayuntamiento licencia de demolición de la vieja instalación

La Consejería de Medio Ambiente del Principado ha exigido a ArcelorMittal que realice un estudio completo de impacto ambiental de su proyecto para construir unas nuevas baterías de coque en su factoría de Veriña aprovechando la obra civil y parte de las instalaciones de las viejas baterías que fueron clausuradas en 2013.

Arcelor había presentado un estudio simplificado de impacto ambiental de su proyecto, al considerar que las baterías de coque de Veriña ya contaban con autorización ambiental integrada, a pesar de haber sido clausuradas en 2013.

Una evaluación ambiental simplificada es un procedimiento que no requiere informes tan exhaustivos como un estudio de impacto ambiental completo. Además de tener que aportar informes más detallados, con la nueva exigencia del Principado el proyecto de las baterías también se tendrá que someter a un periodo de información pública.

La exigencia del Principado a Arcelor atiende una de las alegaciones que presentaron al estudio simplificado tanto organizaciones ecologistas como vecinales y la Plataforma Contra la Contaminación en Gijón.

La compañía siderúrgica ya ha encargado la redacción del estudio de impacto ambiental, algo que tardará en prepararse entre tres y cuatro meses. De cumplirse ese plazo, lo podría presentar al Principado entre enero y febrero.

La realización de este estudio de impacto ambiental no tiene por qué causar retrasos en la obra de las baterías, que la compañía podría ejecutar a la par que se realiza toda la tramitación ambiental.

De hecho, en los próximos días Arcelor va a solicitar al Ayuntamiento de Gijón la licencia de obras para la demolición de gran parte de las viejas baterías de coque, incluyendo el refractario y los hornos de coque, además de todas las partes de subproductos y enfriado de gases que se van a hacer nuevas.

Los plazos previstos para la obra pasan por el inicio de las demoliciones antes de que finalice este año, con lo que el trabajo de la piqueta ya debería estar concluido a mediados del primer trimestre del próximo año.

Inyección en los hornos

Arcelor prevé invertir unos 150 millones de euros en la reconstrucción de las baterías de coque de Veriña, según especificó en la última reunión con los sindicatos a nivel europeo. Se trata de dos baterías con 45 hornos cada una. Los plazos previstos por la multinacional pasan por que la primera de las baterías entre en servicio a mediados de 2018 y la segunda a finales de ese año.

Las baterías de coque de Gijón tendrán una capacidad de producción anual de 1,1 millones de toneladas, menos que la cantidad de coque que actualmente consumen los hornos altos de Gijón, que es de 1,4 millones de toneladas.

No obstante, el consumo de coque de los hornos altos va a reducirse al tiempo que entran en servicio las baterías de Gijón. Por un lado, esta instalación más moderna que las baterías de Avilés o las viejas de Gijón, va a producir coque de mejor calidad, reduciendo el consumo del mismo para los hornos altos, explican fuentes siderúrgicas. Por otro lado, Arcelor va a invertir entre 2017 y 2018 en mejoras en el sistema de inyección de carbón de sus hornos altos. La inyección de carbón pulverizado en los hornos altos reduce también las necesidades de coque.

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