El cambio de la empresa encargada de la conservación viaria no ha aliviado el profundo malestar en la plantilla de 34 trabajadores que dependen directamente de este servicio municipal. Más bien al contrario, los empleados intensificaron ayer su denuncia sobre las condiciones en las que tienen que ejecutar su trabajo y se manifestaron "dispuestos a llegar hasta donde sea y a movilizarnos". La plantilla, que se mantiene unida en su protesta, denuncia numerosos incumplimientos del contrato por parte la unión temporal de empresas formada por Dragados y API Movilidad, que asumió el servicio hace dos meses.

Asimismo, los trabajadores desvelaron ayer que conservación viaria acumula obras de urgencia pendientes desde el año pasado. "Por ejemplo, fuimos a hacer este viernes una obra de urgencia generada en 2015", relató Diego Casal, portavoz de los trabajadores. Se trataba de retirar una bicicleta abandonada de un aparcabicis. Casal describió una situación caótica del servicio que se encarga del mantenimiento de las calles. "Tenemos acumuladas en palés de madera órdenes de urgencia, estamos haciendo urgencias de 2015", agregó Casal.

Un caso revelador de las deficiencias que, a juicio de los empleados, lastran el servicio municipal. "No llegamos a un salario máximo de mil euros y tenemos que luchar contra una empresa multimillonaria y un ayuntamiento para que cumplan un contrato", denunció el portavoz sindical acompañado de buena parte de sus 34 compañeros.

Entre los incumplimientos incluyen la falta de medios materiales, dado que por el pliego de condiciones la empresa debería contar con maquinaria y herramientas necesarias para realizar las labores de conservación y mantenimiento. El contrato, que le cuesta al Ayuntamiento 1,8 millones de euros, tiene una duración de dos años.

Pero, asimismo, aseguran que la empresa no cubre las bajas de trabajadores cuando "por contrato debería hacerlo en 48 horas desde que se producen". Así, explican que en la actualidad, de las 34 personas que conforman la plantilla subrogada hay cinco de baja y otras cuatro de vacaciones. "Los trabajos se retrasan, no tenemos herramienta y no tenemos trabajadores", afirmó categóricamente Casal.

A ello agregan la subcontratación por parte de la adjudicataria de otros empleados para realizar servicios que según el pliego debería ejecutar directamente la plantilla de conservación viaria. Se refieren a las cuadrillas de aglomerados y de la zona rural. "Ya hay ocho trabajadores que están desempeñando otras funciones para las que no están preparados", recalcó Diego Casal, que expresó además un temor: "La empresa dice que la organización técnica es cosa de la empresa, no nuestra. Pero va a llegar un punto en que sobrará gente porque están cogiendo subcontratas para hacer las cosas que nos corresponden". Por eso, la plantilla es tajante en que "como toquen o despidan a un trabajador estamos todos dispuestos a llegar a donde haga falta y a movilizarnos más".

Javier Fernández, delegado sindical de los trabajadores de conservación viaria, recordó que "la alcaldesa nos prometió el cumplimiento íntegro de las condiciones del contrato, así que ella y Arrieta (concejal de Mantenimiento Urbano) tienen que insistir para que se activen los equipos desactivados y compren la maquinaria que está pagando el ciudadano de Gijón; que insistan en contactar con la dirección de la empresa para que no se rían ni de la alcaldesa ni de los servicios técnicos municipales, y que se cumpla el contrato", manifestó.

Los trabajadores, que recibieron ayer el apoyo de los grupos municipales de Xixón Sí Puede (XSP) e IU, enumeraron la maquinaria especificada en el contrato de conservación viaria y de la que carecen para ejecutar el servicio. Según denuncian, la nueva adjudicataria no dispone de una extendedora ligera, una fresadora de pavimentos asfálticos, un rodillo compactador, una minicargadora, un camión de dos ejes, una bituminadora, un tractor desbrozador para el equipo de la zona rural, cuatro remolques para materiales y herramientas de obra, una plancha vibrante, una cortadora mecánica, dos motosierras, dos desbrozadoras manuales, una sopladora de gasolina, una motosegadora eléctrica, una hidrolavadora de gasolina, una abujardadora, un pisón de tierra mecánico, máquina de vacío para la extracción de baldosas pesadas, una bomba sumergible de agua, dos lijadoras eléctricas, un equipo de semáforos portátiles, chapas de paso para las zanjas, tableros de encofrado metálicos, entibación metálica, pasarelas de barandilla, equipos de señalización de obras, y depósito de lubricantes y gestión ambiental.

"Tenemos pequeña herramienta, que es un cubo y una paleta de playa", ironizó Diego Casal, que contó que uno de los trabajadores está de baja por levantar baldosas de gran tamaño sin la ayuda de herramienta adecuada. Asimismo recordó que "hace dos meses que Dragados cogió el servicio, nos mandaron a vacaciones para tener tiempo para adquirir medios pero nos encontramos con una nave fantasma".

David Alonso, concejal de Xixón Sí Puede, cree, en relación al problema de la conservación viaria, que "es tremendamente triste que nos quedemos en debates recurrentes y no seamos capaces de solucionar problemas arrastrados desde hace tiempo". Alonso instó "al respeto profesional de esa empresa que se llama Dragados y al Ayuntamiento, para que sea consciente del problema que tenemos porque no podemos permitir que la ciudad siga así".

Ana Castaño, edil de IU, señaló que "estamos en un momento en el que el Ayuntamiento hace dejación de su responsabilidad; el que no se esté cumpliendo el contrato nos está afectando a todos".