Los expertos del Acuario advierten que el espacio destinado para las nutrias y pingüinos se ha quedado pequeño y provoca un cierto estrés en estos ejemplares del complejo, ya de avanzada edad.

Por esta razón, y tras el deceso por senectud de una de las dos nutrias residentes, parece inevitable que el Acuario deje de acoger a estos animales una vez fallezcan todos los ejemplares destinando el espacio a otro tipo de fauna marina, como salmones. No obstante, con los pingüinos, cabe la posibilidad de ampliar las dimensiones, una opción que ya valora el Ayuntamiento de Gijón.