"Decepcionados". Así se sienten los médicos del Hospital de Jove, que ayer iniciaron las movilizaciones por "una gestión seria y eficaz" en la Fundación que rige el centro y que permita la firma de un nuevo convenio colectivo con mejoras para la plantilla. Medio centenar de trabajadores se manifestaron durante media hora a las puertas del centro en la primera de una serie de movilizaciones que se repetirán cada semana, en vista de que "ahora mismo estamos en una situación de completa parálisis en la negociación".

El comité de empresa y la gerencia del centro mantuvieron una reunión en la tarde de ayer de la que los representantes de los trabajadores salieron con evidente enfado, porque "después de retirar una propuesta de convenio sobre la que ya habíamos avanzado mucho, la gerencia no nos ha presentado ninguna alternativa, no tenemos nada sobre lo que negociar a pesar de que la nueva gerente se comprometió al asumir el cargo a firmar un nuevo convenio colectivo", lamenta el presidente del comité de empresa, el cardiólogo Alberto Riera.

Además, los facultativos se han mostrado muy molestos con las declaraciones de la gerente, Laura García, quien afirmó que "entre subir el sueldo al personal o atender a los pacientes elegimos lo segundo", en la certeza de que "lo sensato es esperar para ver si podemos permitirnos esa subida de sueldo".

"No nos parece bien meter a los pacientes en la negociación del convenio colectivo", advierte Riera, toda vez que "se nos tilda de demagogos cuando parece que la gerencia es la primera que cae en la demagogia, es inadecuado hablar de los pacientes para justificar una negativa a negociar", afirma el presidente del comité.

Los representantes de los trabajadores aseguran que mantendrán las concentraciones de media hora a la puerta del Hospital cada martes, y que pedirán reuniones tanto con el gerente del Sespa como con la alcaldesa, miembro del Patronato de la Fundación Hospital de Jove, y el resto de grupos políticos con representación municipal en el Consistorio gijonés.

"Habría muchos temas de los que hablar, empezando por las posibles relaciones comerciales entre algunos de los patronos y la Fundación", critica Riera, quien demanda que "si la cuestión es una mejor atención a los pacientes, se podrían invertir los fondos de que dispone la Fundación".