Roberto A. P., el vecino de El Natahoyo de 63 años acusado de intentar matar a martillazos a su pareja sentimental en el domicilio que ambos compartían desde hace años en El Natahoyo continúa ingresado en el hospital de Jove. Fuentes cercanas a la investigación del caso aseguran que el reo -al que se podría imputar un delito de intento de homicidio-, se encuentra sumido en una gran depresión.

La enfermedad no es nueva para él. Los médicos ya le habían recetado medicación horas antes de que el pasado viernes Roberto A. P. agrediera a su pareja cuando la mujer se encontraba tirada en la cama. El reo accedió a la habitación con un martillo y un punzón. Apuñaló a la víctima y la golpeó en la cabeza hasta en seis ocasiones. La mujer, que también se encuentra hospitalizada en Jove, consiguió finalmente zafarse de su agresor y bajar las escaleras pidiendo auxilio a gritos. Dos vecinos acudieron a su llamada. "No se le veía la cara de la cantidad de sangre que tenía. Lo único que intentamos fue que no se durmiera", relató una de las testigos de los hechos poco después del suceso en conversación con este periódico.

Una portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Asturias indicó el pasado fin de semana que la magistrada encargada del juzgado de violencia contra la mujer de Gijón aún no ha recibido el expediente de este caso. La Policía Nacional está a la espera de poder interrogar al acusado, que se encuentra en el hospital acompañado en todo momento por una patrulla de agentes de la Comisaría de El Natahoyo. El estupor al conocer la identidad del agresor de El Natahoyo se extendía ayer por el barrio y entre quienes conocían a la pareja. Pocos daban crédito a que Roberto A. P. hubiera intentado matar a martillazos a su compañera sentimental. "Es verdad que era raro, a veces tenía la mirada perdida, pero nunca sospechas que eso puede dar lugar a que protagonice una agresión así", acertó a contar un amigo del acusado. Roberto A. P., natural de Piloña estaba jubilado desde hacía dos años. Después de trabajar durante casi tres décadas en la fábrica de Tenneco, el cierre de la planta en el año 2013 le dio la oportunidad perfecta para acogerse a un contrato relevo y retirarse. El agresor participó en las asambleas con sus compañeros pero sabiendo en todo momento que su vida estaba ya lejos de la lucha que emprendieron los empleados de la factoría para impedir que se cerrara la planta.

Los vecinos aseguran que Roberto A. P. y su pareja "no habían dado nunca un escándalo". La mujer acababa de volver hacía tres meses tras pasar una temporada alejada de Gijón.

Violencia de género

Lejos de disminuir, los casos de violencia de género continúan aumentando en el concejo de Gijón. Al menos así se refleja en la estadística que cada trimestre hace pública el Consejo General del Poder Judicial. Según el órgano de gobierno de los jueces en el segundo trimestre del año -entre abril y junio-, se interpusieron en los juzgados de Gijón 270 denuncias por casos relacionados con malos tratos. Once más que en Oviedo. En lo que respecta a órdenes de alejamiento el partido judicial de Gijón también es el que más despunta del Principado. Durante esos tres meses se impusieron 70 órdenes de protección a víctimas.